domingo, 30 de octubre de 2022

Dos caminos

 


Dice en la porción Lej Lejá que Avraham viaja desde la tierra donde nació, pero el Creador no le dice hacia dónde va. Sabemos, en retrospectiva, que el Creador lo estaba enviando a lo que en aquel entonces era conocido como la tierra de Canaán, hoy en día conocida como Israel. Era el lugar a donde Avraham necesitaba ir para poder ascender a su siguiente nivel. Y los kabbalistas nos relatan la historia detrás de la que conocemos; Avraham va a una realidad de trabajo espiritual que está más allá de la naturaleza.

Mientras se prepara para su viaje, el Creador dice: Lej lejá […] el haárets asher areca, “Vete […] a la tierra que Yo te mostraré”. El Creador, como dijimos antes, no le dice a Avraham a dónde debe ir, solo le dice que empiece con el viaje. Los kabbalistas enseñan que a medida que Avraham caminaba, llegaba a diferentes tierras; uno es un lugar llamado Aram Najaráyimdonde dice que él ve que las personas están comiendo y bebiendo de forma desorganizada y sin orden. Avraham no sabe si es allí donde tendrá que descansar y ora al Creador y le pide que no fuera ese el lugar donde debía permanecer.

Avraham continúa caminando y llega a la tierra de Canaán, donde dice en el Midrash que vio a las personas que sembraban cuando era debido, y recogían la cosecha en el tiempo correcto; el trabajo en el campo era organizado. Él oró al Creador para que fuera ese el lugar donde pudiera asentarse, y sabemos que por supuesto fue allí donde permaneció.

Los kabbalistas enseñan que cada individuo tiene delante de sí 32.000 caminos posibles, de los cuales ninguno conduce a una conexión con la Luz del Creador. Además de esos 32.000 caminos, hay otro llamado Óraj Jayim, el Camino de la Vida.

Por lo tanto, muchos de nosotros cuando vemos nuestro trabajo espiritual debemos ver que la interrogante no es “¿Nos estamos transformando, estamos haciendo el trabajo espiritual o nos estamos conectando?”, sino más bien “¿Cuán exactos y serios somos con respecto a nuestro trabajo espiritual?”. Creo que algunos de nosotros entendemos que el camino espiritual es uno general y relativamente ambiguo; al compararnos con la persona que éramos hace años atrás, o con otras personas que conocemos, podemos ver que por lo general nos encontramos en el camino correcto con transformación y conexión, pero es ambiguo.

No obstante, la verdad es que no es así. Existen 32.000 caminos similares frente a todos y cada uno de nosotros. Son muy similares y parecen ser los correctos, lo que los kabbalistas llaman Óraj Jayim, el Camino de la Vida, pero no lo son. El número 32.000 no es una coincidencia. Si tomas este número y lo divides entre los años de vida de una persona, y luego lo divides entre los días, el resultado sería aproximadamente dos caminos por día (32.000 dividido entre aproximadamente ochenta años).

Por ende, la enseñanza aquí es que cada día de nuestra vida recibimos la oportunidad, o la apertura, dos veces al día para desviarnos solo un poco. Así que, si cada día, cuando surgen los desafíos y las pruebas, tenemos cuidado de no desviarnos, y atravesamos 32.000 pruebas en nuestra vida, tanto en este mundo como en el siguiente, entonces estamos conectados con el Camino de la Vida.

Conclusión, cada día tenemos que estar atentos a que elijamos el camino más afín a la Luz.

Extraído de El Centro de Kabbalah Internacional

Michael Berg

Publicado por Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach

https://www.kabbalah.com/es/articles/maintaining-precision-our-spiritual-work/


jueves, 27 de octubre de 2022

Tres tipos de certeza


Tres tipos de certeza

Como les he comentado, esta semana estamos recorriendo la porción de Noah (Noé) que está incluida en el libro del Génesis donde encontramos muchos de los fundamentos de esta Creación y de nuestra relación con el Creador y con el mundo espiritual y terrenal. El Génesis establece muchas de las directrices de consciencia más pura de nuestra existencia.

En la porción de Noah, hay un tema que es especialmente importante: La certeza.

Michael Berg nos explica que hay tres tipos de Certeza que buscamos tener si somos personas que están haciendo el trabajo espiritual:

  1. Certeza en El Creador
  2. Certeza en las herramientas espirituales
  3. Certeza en nosotros mismos como seres capaces de cambiar el curso del destino

Esta fue la falla en Noé, quien para sus tiempos si era un justo y era amado por El Creador. Si creía y tenía Certeza en Di.os, si tenía certeza en las herramientas de la oración etc. pero lo que no tuvo, fue certeza de que el podía cambiar el curso de un decreto y eso hizo que aceptara sin chistar el decreto que le había sido anunciado, aún cuando tenía mucho tiempo para prevenir a otros o para tratar de modificar la edcisión del Creador.

Esto lo veremos distinto en momentos más avanzados de la Biblia cuando Di.os decide destruir a Sodoma y Gomorra y se lo comunica a Abraham el Patriarca

—¿Vas a destruir a los inocentes junto con los culpables? 24 Tal vez haya cincuenta personas inocentes en la ciudad. A pesar de eso, ¿destruirás la ciudad y no la perdonarás por esos cincuenta? 25 ¡No es posible que hagas eso de matar al inocente junto con el culpable, como si los dos hubieran cometido los mismos pecados! ¡No hagas eso! Tú, que eres el Juez supremo de todo el mundo, ¿no harás justicia? 

26 Entonces el Señor le contestó:

—Si encuentro cincuenta inocentes en la ciudad de Sodoma, por ellos perdonaré a todos los que viven allí. 

27 Pero Abraham volvió a decirle: 

Perdona que sea yo tan atrevido al hablarte así, pues tú eres Dios y yo no soy más que un simple hombre; 28 pero tal vez falten cinco inocentes para completar los cincuenta. ¿Sólo por faltar esos cinco vas a destruir toda la ciudad? 

Y el Señor contestó: 

—Si encuentro cuarenta y cinco inocentes, no la destruiré. 

29 —Tal vez haya sólo cuarenta inocentes... —insistió Abraham. 

—Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad —dijo el Señor. 

30 Pero Abraham volvió a suplicar: 

Te ruego que no te enojes conmigo por insistir tanto en lo mismo, pero tal vez encuentres solamente treinta... 

Y el Señor volvió a decirle: 

—Hasta por esos treinta, perdonaré a la ciudad. 

31 Abraham siguió insistiendo: 

—Mi Señor, he sido muy atrevido al hablarte así, pero ¿Qué pasará si encuentras solamente veinte inocentes? 

Y el Señor respondió: 

—Por esos veinte, no destruiré la ciudad. 

32 Todavía insistió Abraham: 

Por favor, mi Señor, no te enojes conmigo, pero voy a hablar tan sólo esta vez y no volveré a molestarte: ¿Qué harás, en caso de encontrar únicamente diez? 

Y el Señor le dijo: 

—Hasta por esos diez, no destruiré la ciudad. 

33 Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí; y Abraham regresó a su tienda de campaña.

Abraham habló con respeto pero con decisión a su Creador, no se quedó de brazos cruzados, porque aunque se daba cuenta de ser un simple ser humano, se sintió en la responsabilidad y quizás en la capacidad de modificar un dictado de un destino anunciado.

Abraham es una reencarnación posterior de Noah, y vemos que su corrección fue la de tomar la responsabilidad en sus manos y acreditar un poder verdadero para cambiar el destino.

¿En qué nivel estamos nosotros? Interesante reflexión

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach

Basado en plática de Shabbat de Michael Berg y en https://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A9nesis%2018%3A16-19%3A27&version=DHH

Imagen https://jaymack.net/ew-abraham-intercede-18-22-33/