La historia kabbalística de Purim
Hamán era la décima generación de Agag אגג , el último Rey de la nación
de Amalek , עמלק la cual se menciona varias veces en la Biblia. Cuando el Rey
Shaul fue proclamado primer Rey de Israel, uno de sus primeras
responsabilidades como Rey fue destruir a la nación de Amalek. Su error fatal
fue permitir que el Rey Agag viviese por un día antes de matarlo. En ese último
día antes de su muerte, el Rey Agag fecundó a una mujer, que dio continuidad a
la semilla de Amalek. Hamán era la continuación de Amalek, era el alma
reencarnada del Rey Agag; por ese motivo está escrito en la Meguilá: “Hamán haAgaguí,
el Agaguita”, porque él era realmente el Rey Agag. Mordejai era la
reencarnación de Shaul.
De acuerdo con la sabiduría kabbalista, la nación de Amalek representa
la duda. Por lo tanto, la historia de Purim es realmente la historia de la
batalla y victoria sobre nuestras propias dudas.
Esther dijo a Mordejai que ella no podía provocar un cambio en el 1%
para anular el decreto, a menos que hubiera un cambio en la causa, el reino del
99% (Zeir Anpín). Ella sabía que la única manera de cambiar el destino era
crear unidad y compartir en nuestro mundo del 1% (Maljut).
Así que Esther dijo a Mordejai que reuniera a la gente y que les hiciera
ayunar durante 72 horas, dar caridad y compartir los unos con los otros. El
propósito del ayuno era para cortar el Deseo de Recibir para Sí Mismo y los
actos de dar caridad y de compartir eran para despertar la energía de
misericordia y unidad.
Mordejai reunió a la gente de su pueblo y les enseñó como usar los 72
Nombres para conectarse con la Luz. Cada persona dio regalos a los pobres y
luego se dieron muchos regalos los unos a los otros para activar la frecuencia
de energía espiritual conocida como la Luz de la misericordia. Las acciones
realizadas por la gente del pueblo fueron lo suficientemente poderosas como
para conectar el reino del 1% (Maljut) con el del 99% (Zeir Anpín) y crear un
milagro.
Los sabios kabalistas explican que cada año del 13 al 15 de Adar desde
el momento de la creación, la misma energía que fue revelada para Mordejai y
Ester aparece. Para que nosotros podamos conectarnos con ese poder, seguimos la
formula: la Meguilá, la caridad y el dar tres monedas de plata, el banquete,
las bebidas y los disfraces. Pero lo más importante es nuestro deseo de
eliminar la duda de nuestro pensamiento y en su lugar, inyectar constantemente
certeza.
https://www.kabbalah.com/es/articles/the-story-of-purim/
Imagenhttps://www.jw.org/es/biblioteca/libros/lecciones-historias-biblia/10/reina-ester-salva-pueblo/