SÁBADO, 17 DE SEPTIEMBRE DE 2011
Hay mucha gente gritando últimamente y no suficientes personas escuchando. Hoy, si quieres que alguien te escuche, entonces susurra.
Yehuda Berg
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Mmm, me llama la atención cuantas cosas pueden influir en nosotros en términos de nuestros sentidos, a pesar de que nunca les queremos creer del todo por ser limitados, salvo a nuestro olfato, que como ya lo hemos comentado, es el único de ellos que no participó en la caída de la consciencia y por tanto el único completamente fiable.
Escuchar, es todavía un momento semilla.
Podemos recordar que existen tres momentos por los que pasamos antes de manifestar una idea: pensamiento, emoción y acción, pensamiento es aún en la cabeza, emoción --que podriamos hacerlo equivalente al corazón-- y acción que podríamos traducirlo a manos.
Escuchar es entonces aún semilla. En el nivel de semilla todo es manipulable, no está aún manifestado.
A muchos de nosotros nos ha llegado a preocupar ¿Y si estoy pensando algo terrible? A todos nos pasa ¡Nos asustamos de algunos de nuestros pensamientos! =)
Bueno, no lo puedes evitar, eso pasa, no lo puedes eliminar como tal, pero puedes suplir la idea por otra que inyectes con consciencia, y por supuesto, no "bajarla" a manifestación.
La boca en cambio está muy relacionada con manifestación, una vez que emites palabra, ya se materializó, ahora si el pensamiento salió de tus posibilidades de control. Ahí es otra historia.
Lo que hablas ya cuenta. Ya lo creaste y lo manifestaste. Piensalo así antes de hablar. No hay testigos de lo que has pensado...pero si los hay cuando ya lo manifiestas.
Hay un tema que te quiero pedir que hagas para tu trabajo de Rosh Hashaná.
Identifica todas las veces que has hablado, prometido algo y luego no lo has cumplido.
Esas promesas no cumplidas, crean espacios. Cuando tu dices que vas a hacer algo, eso ya lleva un nivel de energía que te es concedida para hacer la acción. Si no la haces, lo que pasa es que mal usaste un paquete de energía y no lo llenaste con tu acción, queda un espacio, una fragmentación ¿Y que pasa con los vacíos que creamos? Nos generan caos.
En Rosh Hashaná, antes de que empiece, se hace lo que llamamos "cancelación de los votos". Es una manera de restaurar la energía que desperdicieamos, de cerrar esos huecos que no sabemos cómo nos están impactando en caos en nuestra vida.
Aprovechemos este Elul, para darnos cuenta del poder de nuestra palabra. Escuchar es muy poderoso, pero hablar es contundente.
Tengamoslo en mente y llevémoslo a nuestra vida desde hoy y para nuestro futuro.
Adquiere consciencia y maestría sobre tus palabras. Siempre te ahorrará muchas consecuencias.
Shabbat Shalom
Prana Pascual