La porción de Ekev comienza
con las palabras vehaya Ekev tishmeún, que
significa “Si” o “Cuando escuches” (Y, subsecuentemente, actuarás de acuerdo a
las leyes y regulaciones del universo para que así buenas cosas lleguen a ti).
El Rav Berg explicó este verso de una manera diferente. La palabra Ekev
(עקב) de hecho significa
“suela del pie”. De hecho, Yaakov (יעקב- Jacob) fue llamado de
esta forma porque nació agarrando el pie de su hermano.
El Rav se
refirió al Zóhar: en la porción de Jayei
Sará (Verso 21) dice que “Quienquiera que sea pequeño es
grande y quienquiera que sea grande es pequeño”. Esto significa que cuando las
personas actúan siguiendo sus deseos egoístas y utilizan esa negatividad para
acumular poder o control sobre otros, terminan perdiéndolo todo. En cambio, las
personas que pueden controlar sus egos y se sacan a sí mismas de la ecuación,
se vuelven dignas de recibir mucha responsabilidad y poder en sus manos con el
propósito de compartir.
Con esto en
mente, escucha lo que la Luz está intentando decirnos cada día. Intenta
alcanzar el nivel de la suela, eliminando el ruido del ego (¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!).
Es muy difícil hacerlo, cada uno somos el protagonista de nuestras vidas ¡Cómo no caer en el "yo pienso, yo digo, yo creo, yo opino, yo necesito". Y no es que eso esté mal, es que hay que saber cuando parar. Cuando es importante pensar en la comunidad, cuando saber callar, cuando escuchar.
Escuchar desde mi punto de vista, es una de las grandes medidas de la pequeña grandeza. Saber escuchar a otros te da la oportunidad de aprender, de captar oportunidades, de ver nuevas perspectivas, de ser empático, pero es un ejercicio que llevamos poco a cabo.
Muy posiblemente en un grupo de personas, vas a poder identificar a quien está más ansioso por decir que por escuchar, y aunque parezca que el que más habla lleva la voz cantante o el liderazgo, en realidad el que escucha es el que puede amalgamar mejor a un grupo y unirlo casi sin que sea perceptible que hay un lazo suave y luminoso que coordina sus almas hacia un fin en común.
Eso fue Moisés para los niños de Israel. Más que predicar y predicar, guió con el ejemplo y muchas veces con el silencio.
¿Cómo vives tú en ese sentido? ¿Cómo anda tu humildad, es decir, tu grandeza interior versus tu necesidad de mostrarte grande en lo exterior?
Reflexiona
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach
Itálicas https://www.kabbalah.com/es/articles/the-level-of-a-sole/
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