Cada alma viene y encarna
sin entender exactamente lo que estamos haciendo, que te hizo volver, que te
dio la vida, porque haces lo que haces, ¿Por qué? ¿Por qué estás en ese lugar?
Todos tenemos esta inquietud...¿Hay algo antes de "mi yo actual", o siempre he sido así...?¿La muerte es el final o solo el compás de espera entre una manifestación de la energía y otra? ¿Es un descanso? ¿Es una justiciera? ¿Es una oportunidad? ¿Es un tiempo de recapitular?
Por más que estudiemos esto, siempre hay una porción -más grande o más pequeña en cada quien-, de misterio.
Todas las culturas lo han especulado y tratado de desentrañar pero no son más que atisbos en los que queremos confiar.
En estos últimos meses, he tenido la idea de que gran parte de los efectos suceden aquí mismo de acuerdo a las causas que has sembrado. En la recta final de la encarnación hay varias señales de que recibes los frutos de lo que has hecho, sean dulces o sean amargos, sin embargo, es difícil pensar que aquí se termina todo.
Aquí -ante la duda-, yo me comporto como lo he hecho desde jovencita ante la pregunta: ¿Existe el destino? Personalmente creo que sí, por eso el mundo gira en un sentido en particular, sin embargo no lo considero desde el determinismo absoluto de que no hay diferentes maneras de encararlo.
Creo que hay niveles de consciencia y preparación de cómo actuar dicho destino. De chica decía, "si lo hay (un destino), se va a cumplir, si no lo hay, lo viviré como si no lo hubiera. Si lo hay, de cualquier manera tendré que irlo viviendo, pero si lo hay, procuraré esforzarme a que sea lo mejor posible, lo único que me queda (inteligentemente) es esforzarme porque sea el mejor que yo pueda crear. Ya lo demás está fuera de mi control.". Y así lo he vivido, y no va mal hasta el momento, parece que si llego a tiempo a mis citas, se siente armónico.
Vivirlo "lo mejor posible" se refiere a con más consciencia (la más que puedas) y de acuerdo a eso, mientras más preparado lo vives, mejor puedes con la prueba.
Una prueba te prepara para la otra, como en un juego de niveles. Llegar listo para la exigencia del tiempo, no sea que comience la música y tú no estés listo para llevar el ritmo, lo cual te cansará, te hará trastabillar, quizás hasta caer. Hay que ajustar la vasija, no es lo mismo subir a una montaña estando entrenado, que subir por mero accidente.
En fin, quizás algún día en El Mundo de la Verdad, que es el que nos mencionan los Maestros Kabbalistas que veremos al momento de morir, ese misterio se nos desvele, mientras tanto será como decía el samurái en "El último Samurái": Uno hace lo que puede hasta que su destino le es revelado.
¿Tú cómo lo vives?
Feliz lunes Comunidad
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach
Imagen Alicia en el país de las maravillas Disney
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