Y continuemos con el repaso de nuestras bases espirituales: La vasija quería ser como la Luz...
La
regla de la verdadera satisfacción en este mundo, es que solo podemos sentir conexión con El Creador (Di.os, El Universo, El Absoluto, o como llamemos a Soy El Que Soy) cuando nos comportamos como la
Luz, cuando podemos -a pesar de nuestra naturaleza de recibir-, ser capaces de crear y de compartir.
Cuando
eres co-creador siempre derivas satisfacción de ello.
Hablamos de que la creación tiene cuatro fases 1) La Luz emana y comparte 2) La Vasija creada recibe 3) La Vasija despierta también deseo de compartir por tener esa esencia de su Creador y la cuarta e importantísima: 4) La Luz como parte de ese deseo infinito de Dar, crea un escenario (el mundo físico) en el que se oculta, la Vasija experimenta oscuridad y carencia de manera que la opción que queda es que pueda ejercitar y aprender a crear, a compartir y a dar. Es una ilusión que la Luz "no esté", pero como parte de DAR oportunidad a su creación, se ocultó. Ahora la Vasija puede y debe ser como la Luz si quiere volver a experimentar la plenitud que tuvo en la fase 2.
Hagámonos conscientes de esta ley espiritual "Como es Arriba es Abajo" y pensemos que como pasa el lo más grande, pasa también en los seres humanos que somos una manifestación micro de este proceso.
Pero... ¿Cómo -si nuestra naturaleza de creación es RECIBIR- podemos integrar la posibilidad de DAR?
Eso es porque surge una tercera vía que es El Poder de la Restricción.
El poder de la Restricción es ser capaz de demorar la recepción, hasta que hayamos hecho el esfuerzo de demorar la satisfacción inmediata, cuando en el inter hicimos algún mérito para ganarnos las cosas, no simplemente recibirlas gratuitamente y sin merecer. Cuando estamos dispuestos a recibir, pero también a no aferrarte.
Nuestro trabajo espiritual es hacer esa transformación del Deseo de Recibir solo para uno mismo y convertirlo en Deseo de Recibir para compartir.
Esa es la única vía para resolver la paradoja de estar hecho para recibir, pero tener intenso deseo de compartir...y por ello, el trabajo espiritual es una labor de TRANSFORMACIÓN.
Nadie en esta vida está destinado a nacer y morir sin cambiar, todos debiéramos poder hacer esta integración de ambas naturalezas. La victoria no es ganar todo, sino esforzarnos en el proceso, ahí está la conexión que anhelamos nuevamente con nuestro Origen.
Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta
Basado en clases de El Centro de Kabbalah Internacional
Imagen https://lamenteesmaravillosa.com/asertividad-la-importancia-de-saber-decir-que-no/
1 comentario:
Gracias por compartir. Conseguí tu blog apenas ayer y me ha ayudado a volver a lo básico. También me está ayudando a iniciar a otras personas en la Kabbalah mientras se da la oportunidad de inscribirlos en K1
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