Estamos estudiando dos porciones en esta semana Vayakel y Pekudei, veamos parte del contenido:
Moshé reúne
al pueblo de Israel (Vayakel = reunió) para dar más indicaciones sobre la
construcción del Mishkán (santuario o tabernáculo). El pueblo dona de sus
pertenencias los materiales para llevarla a cabo.
Un grupo de artesanos con “Jojmat
lev” (“sabiduría de corazón”) son designados para la construcción, liderados
por Betzalel. Se construye el Mishkán y los símbolos que continúan vigentes
hasta hoy, entre ellos el Parojet (cortina) y la Menorá de siete brazos.
Luego de un largo periodo, el Mishkán
está listo, y Moshé lo unge -o inaugura- con aceite. Inicia a Aarón y sus
cuatro hijos en el sacerdocio vertiendo aceite sobre sus cabezas. En adelante,
sus descendientes serán Cohanim (sacerdotes).
Al
finalizar la construcción del Mishkán, Moshé da una detallada rendición de
cuentas sobre qué, cuánto y en qué se utilizaron los recursos. Pero ¿era
necesario? ¿Quién iba a dudar de la honestidad de Moshé?
Un buen líder debe ser transparente
para mantener la confianza de su gente.
Aquí resalta una cualidad ¿Qué haces con la confianza que la gente te otorga? ¿Te lo has preguntado con suficiente detenimiento si eres digno de esa confianza? Casi nada nos lastima más que ver traicionada nuestra confianza, pero para ser honestos ¿Nosotros somos impecables con esta cualidad?
No es un regaño para nadie, sino una reflexión de cómo la paz entre los seres tiene un componente que está en nuestras manos pero que debe trabajarse cada día, así como el Mishkan tuvo que ser hecho con nuestra participación voluntaria, cuidado, tiempo y un corazón sabio.
Feliz miércoles Comunidad
Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta
Basado en texto de Instituto Hebreo
https://www.institutohebreo.cl/blog/?p=151
Imagen https://www.universalchurchusa.org/es/noticias/post/corazon-sabio/
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