Después de esta Revelación, Moshé les avisó que se iba a ausentar durante cuarenta días para estudiar la Ley de la Torá sobre la montaña con Di.os mismo.
Según los cálculos de la gente (equivocados, por cierto), los días que había prometido Moshé ya habían transcurrido… y Moshé no había vuelto. “¿Qué le habrá pasado a Moshé?” “¡¡Qué le habrá pasado!!” “¡¡¡Qué será de nosotros!!!” – comenzaron a preocuparse con creciente impaciencia y ansiedad.
¿De qué habla la porción de esta semana? De la facilidad con la que perdemos la certeza, de los fácil que saltamos a la idolatría y a buscar soluciones automáticas.
Es comprensible, estaban en el desierto y las circunstancias podrían haber sido temibles. Sin Moisés ¿Tendrían maná? ¿Tendrían agua? ¿Quién los guiaría?
Sumemos el hecho de que unos van contagiando de miedo a otros, es una psicología de las masas al cual también siempre debemos mantenernos atentos, porque fácilmente se transforma en efecto "manada", la angustia se vuelve colectiva y se refuerza a si misma volviéndolo pánico compartido.
Todos estos son fenómenos que nos aquejan aún hoy en día: La búsqueda de soluciones rápidas y automáticas, la falta de análisis de que fuerzas están impulsando nuestro actuar.
Esta semana podemos hacer consciencia de que el poder humano está en poder hacer restricción ante los momentos de incertidumbre, no caer en la impulsividad.
Podemos inyectar consciencia y razonamiento. Podemos asumir también nuestra adultez: claro que nadie quiere perder a su guía, pero no puedes abandonarte como si fueras un niño pequeño que no pudiera resolver que hacer con sensatez.
Obsérvate en tus miedos actuales ¿Los estás enfrentando con incertidumbre y consciencia de niño pequeño o los estás enfrentando con serenidad y consciencia de adulto? Respira. Razona. Eso hará gran diferencia en tus resultados.
Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta
Imagen https://hijosignificado.com/2013/07/como-evitar-los-miedos-en-ninos-de-dos-anos/
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