La porción de SHEMOT es muy importante. En ella encontramos tanto el Exilio —un tiempo de oscuridad que sabemos que no es simplemente una recopilación del exilio histórico, sino, más importante aún, representa cualquier momento de oscuridad en nuestra vida— y el inicio de la llamada Redención, la Gueulá.
Este es el momento de la Torá en el que Moshé pide, y
recibe, la Luz de la Redención total. En la historia física, le dice al
Creador: “Me dirigiré hacia los israelitas, quienes por cientos de años han
estado en oscuridad y dolor, sufriendo muertes horribles… ¿Qué les puedo
revelar? ¿Qué secreto les puedo dar para explicarles no sólo cómo acabaremos
con la oscuridad ahora, sino, más importante aún, cómo pueden tener siempre la
capacidad para acabar con la oscuridad en sus vidas?”.
El Creador responde: Ekyeh asher ekyeh, “Yo soy
quien soy”. Tres palabras que no están separadas, como algunos podrían pensar.
Y los kabbalistas dicen que dichas palabras: Ekyeh asher ekyeh, contienen la
gran Luz y secretos de la Redención, siempre.
¿Cuál es el secreto de esas tres palabras? Para responder, el Rambán, Najmánides, cita el Midrash: “¿Cuál es el secreto de la frase: ‘Yo soy quien soy’? El Creador les dice a los israelitas: ¿Quieren saber por qué, por cientos de años, han pasado por oscuridad y, aunque intenten conectarse, atraer Luz y acabar con la oscuridad, no lo han logrado? Porque creen que es suficiente realizar acciones”.
Sabemos que, para conectarnos, realizamos acciones para atraer la Luz del Creador; asistimos a Shabat, colaboramos con alguna organización caritativa, leemos el Zóhar. Pero el Rambán nos dice que eso no es suficiente porque la Luz del Creador no da regalos por conexiones. La Luz del Creador sólo puede comportarse en un modo. Es algo que hemos aprendido, pero desafortunadamente, quizá no vivimos por completo ni actuamos de acuerdo a ello.
Lo que el Creador le dice a Moshé que les diga a los israelitas es: Si quieres acabar con toda esta oscuridad y dolor, no lo lograrás si continúas siendo una persona espiritual sólo en acciones, sino más bien, con Ekyeh asher ekyeh, que significa: “Así como eres conmigo, Yo soy contigo”. El Creador se comportará con nosotros del mismo modo en el que nos comportemos.
Digamos que, por ejemplo, una persona necesita una gran cantidad de misericordia en su vida. Quizá por naturaleza es una buena persona, que cuando comparte con los demás o piensa en ellos, lo hace con bondad. Pero ¿piensa en modo abundantemente bondadoso? No, la mayoría de las personas no lo hace. Incluso quienes somos buenas personas, que damos y compartimos, no pensamos en dar a los demás en abundancia.
Así pues, tenemos que entender que no importan las acciones espirituales que hagamos, no importa cuántas conexiones realicemos, mientras no actuemos con abundante misericordia o bondad hacia los demás, no podremos recibir esa abundancia de misericordia o Luz de parte del Creador.
Michael Berg
Publicado por Prana Raquel Pascual Coach - Psicoterapeuta
Imagen https://lamenteesmaravillosa.com/despierta-la-abundancia-interior/
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