Explican los maestros que hay un ángel
de la repetición, que es el que cuenta las veces que tienes que hacer algo para que cierto bloqueo se termine.
Uno como humano no sabe cuando es la última. No sabemos
cuando va a ser que se rompa la klipá, el bloqueo de una persona.
Cada cosa que se hace
puede ser la última vez que vas a vivir eso y de ahí todo va a cambiar.
Suena increíble, pero maravilloso ¿Cierto? Y es ahí donde podemos influir en el tiempo de manifestación, que es parte de los mensajes de esta porción de la Torah: Hay maneras de vivir el proceso a diferentes ritmos, y tenemos la facultad de acelerarlo (o atrasarlo, no perdamos eso de vista) si estamos conscientes.
Esa prueba que nos parece infinita llega y llega y vuelve a llegar, pero un día si tenemos suficiente restricción y actuamos como es esperado, se abre la puerta. Un día cuando ya dijiste suficientes veces "NO" o dejas de ser reactivo "como siempre", puedes ahora saborear las mieles de la situación ya bajo balance... has cambiado lo suficiente.
¿Identificas alguna situación así en tu vida que pensabas que no tendría fin y lo tiene?
Yo si, e identifico claramente --a toro pasado-- qué fue lo que hice para liberar. Sin embargo esa apertura, me ha enseñado otras más que he podido manejar con más proactividad.
Es posible pero hay que estar atento.
Aún en días de asueto: a trabajar Comunidad. Incluso pueden ser mejores días para avanzar porque es cuando rompemos nuestra rutina.
Feliz viernes
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
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