Sigamos estudiando la porción de Balak y haciendo conexión con lo que vivimos en nuestra propia experiencia diaria, encontrar eso es el gran regalo disponible cada día que nos damos a la tarea de leer del contenido de la Torah.
Nos explican nuestros Maestros que la
bendición de Israel no venía de grandes cosas que estaban haciendo, sino de la
rutina, de la manera en que se trataban en la cotidianidad, en su fortaleza: de su vida real, sin importar si alguien miraba o no.
En realidad no venía de
una sola acción, sino de muchas pequeñas acciones de lo ordinario que vivían
sus vidas.
Interesante, ya que a veces pensamos que es por la gran obra, y no vemos el poder de la acciones que hacemos con la consciencia correcta diariamente. O quizás de la impresión que dejamos en otros...
Sería ridículo leer esta porción pensando que se trata del mundo
antiguo y no de nuestras vidas.
La porción de Balak nos hace reflexionar que no es solo importante que hagas bien en el mundo, que visites
grandes lugares, que hagas actividades extremas o que tengas muchos amigos, sino que seas humilde y que tengas una vida de
verdad.
¿Tienes una vida de verdad o vives solo de apariencias?
Esa es la bendición que Balak y Bilaam vieron en los israelitas, su vida del día a día, y fue esta que no pudieron quitarles aún cuando querían tomarlos por sorpresa: lo genuino fue una gran protección después de todo :-)
¿Qué reflexión te puedes llevar el día de hoy para atesorar?
Feliz día Comunidad
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2017
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2017
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