El Zohar nos dice:
"Rav Eleazar concluye diciendo que la contaminación y la
purificación son las más importantes reglas de la Torah.
Ya que nada es puro excepto desde el aspecto de que fue
primero impuro."
Y hemos visto que ser impuro es tener agenda oculta, no venir desde un lado sincero, hacer cálculos sobre si dar o no dar...¿comparto sin contabilizar cuanto recibiré a cambio o si habrá algo aquí para mi?
Me parece que todos pasamos entonces por esa etapa de ver que si hay, que me retribuirá y a veces creo que por eso es que a veces se demora tanto el lograr "abrir" alguna bendición, porque estamos constantemente viendo a que hora se vuelve ganancia, a que hora empieza a manifestar lo que ansiamos (ojo, no algo que deseamos, sino algo ansiamos, ergo, que nos causa ansiedad).
Y el proceso no está listo hasta que no está listo, no hay revelación hasta que realmente es momento y generalmente cuando aún estamos reaccionando, impulsivos, codiciosos, angustiados no estamos listos para el fruto dulce que puede llegar a ser.
Tener agenda es vivir constantemente revisando si el pastel ya levantó y abrimos el horno constantemente provocando demoras en ello más que por la naturaleza de la masa, por estar inyectando prisa (y aire frío ciertamente)...hoy, mi reflexión es:
¿Qué tanta certeza tenemos de que si ya pusimos los ingredientes correctos y la temperatura idónea, el pastel saldrá como se espera o incluso mejor?
Quizás podamos parar un momento en lo que estemos queriendo apurar o hacer que sea automático y dar el tiempo que necesite, poner lo que requiera pero dejar que la manifestación pase por todas las etapas que sean indispensables...
¿Tu como lo aplicas a tu proceso Comunidad?
Shabbat Shalom cuando el día finalmente alcance a la noche
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach
Texto del Zohar, Jukat
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