Esta semana la comprendo como una en la que es propicio preguntarnos que tan capaces somos de ser humildes para recibir más en nuestra "vasija".
Piénsalo, estamos hablando de "humildad" y de "recibir", que quizás podría parecer contradictorio, pero en realidad es una paradoja simple: Si tu crees que ya estás lleno, no hay nada más que puedas incorporar a tu acervo actual.
En esta porción Yitro se vuelve el Maestro de "el Alma más grande", de Moisés, quien no solo acepta la ayuda, sino que realmente decide aprender y hasta llega a solicitar a Yitro que se quede de su consejero.
¡Qué cosas necesitaba aprender Moisés? Una muy importante "no morir en el intento".
Moisés como buen Piscis, estaba dispuesto a atender a todos y cada uno de los israelitas que tuvieran un problema, pero debemos recordar que eran miles, por lo que era exhaustivo e imposible, causando por supuesto la frustración a los "clientes" y no poder realmente ayudar.
Yitro le enseñó a delegar.
Nombrar otros líderes por cada una de las doce tribus, así había un punto de contacto a quien acudir en problemas menores y medianos, y así el que lideraba a todos podía enfocarse en lo más sustancial.
¿Qué tanta humildad tienes tú para que alguien más experimentado te haga comentarios, que escuches y que de verdad te lleven a un cambio?
Ojo, vuelvo a insistir, no es volverse incrédulo o ingenuo, es volverse crítico pero flexible.
No necesariamente te diría "vacía tu taza", te diría "Vuelvela más grande" :-)
Feliz día Comunidad
Prana Raquel Pascual
Imagen http://www.monicadesimone.cl/sencillez/primero-vacia-tu-taza/
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