Revisando la porción de la semana, veremos que Yosef, el hijo de Jacob y Rachel, tenía lo mejor de cada uno de sus
hermanos y además era el más querido de los hijos, por ello, se ganó gran antipatía de parte de sus hermanos quienes como sabemos, lo vendieron como esclavo a una caravana que iba a Egipto.
Iban a matarlo pero lo venden como esclavo, y llega como tal a la casa de Potifar donde es visto por Potifera su esposa quien quiere seducirle, y casi lo,logra, sin embargo el logra estar por encima de esa tentación y es ahí donde adquiere el titulo de tzadik, pero es llevado a la cárcel por el despecho de ella quien lo acusa de querer abusar de ella.
En la cárcel conoce al copero y al panadero a quienes les interpreta sus sueños, uno de ellos muere y el otro es liberado. Yosef titubea un poco y pide ayuda al copero de que no se olvide de él para salir libre de ahí...y es de esto de lo que realmente quiero hablarles hoy.
Yosef pasa 10 años en el calabozo, aunque curiosamente se vuelve el líder del lugar, a donde iba el reinaba y el único momento en que trastabilló, fue cuando pidió al copero que se acordara de él para liberarlo.
Hay algo muy interesante que me encuentro en mis apuntes de 2015:
Cada vez que nosotros estamos desesperados
en nuestra vida somos víctimas queremos que alguien nos ayude, pero en ese momento
das tu poder a otro ser humano en vez de confiar en el Creador, eso nos pasa en
los momentos más difíciles. Podemos estar ciertos de que cuando se tenga que terminar, se estará en otro lugar, pero no será manipulando las cosas como se solucionará.
¿Qué sucedió en la historia? Cada que el copero se quería acordar de
Yosef venia un ángel y hacer que se olvidara. Aún cuando queramos manipular la
creación no se puede
Ahora
si después de esos dos años de que saliera el copero, era el momento de salir...
En cualquier momento la situación en la que
estoy metido --habrá una última acción que hay que hacer que abrirá la puerta-- se liberará.
Explican los Maestros: Hay un ángel
de la repetición, que es el que cuenta las veces que tienes que hacer algo, y es él quien cuenta las veces y que sabe cuándo se termina.
Mi experiencia al respecto es que he estado en muchas vivencias en las que hubiera querido escapar o evitar, sin embargo, algo pasaba que prácticamente se sentía como una obligación permanecer. Nada menos ahora, cuando pienso que ya voy a terminar, de inmediato llega algo más que hacer y resulta inevitable seguir en el esfuerzo.
Esta sensación me es familiar. Incómoda pero familiar.
No venimos a escapar de las pruebas sino a aprender y a transformarnos de ellas. Lo que es muy importante es no volverse uno mismo parte del caos, sino diferenciarse de él. Ordenarse aún más en ello, fortalecerse, afrontar el reto por el tiempo que sea necesario, pero con todo. Y cuando se sale, no voltear para atrás, sino salir ya cambiado, sin rencor a la situación sino agradecido de lo que nos brinda el proceso.
¿Estás dispuesto a hacerlo?
Feliz día Querida Comunidad
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach
Imagen encontrada en http://bandanamom.blogspot.mx/2009/09/mormon-artists.html
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