Domingo Febrero 16, 2014
Mucha gente pregunta cómo pueden obtener más bendiciones en su vida, pero muy pocos preguntan lo que considero una interrogante mucho más importante: ¿Cómo puedo hacer que las bendiciones duren?
Después de todo ¿de qué me sirve una bendición si está aquí hoy y se va mañana? Todos hemos escuchado acerca de personas que obtienen una gran fortuna sólo para perderla por completo. Un matrimonio que una vez fue amoroso y lleno de cariño puede volverse frío y amargo. Amigos que una vez consideramos valiosos pueden no serlo más. ¿Realmente son más bendiciones lo que buscamos? ¿O buscamos la habilidad para mantener todas las que ya tenemos?
Uno de los versos más famosos de la Biblia dice: “Bendito es aquél que siempre siente temor”.
Generalmente pensamos en el temor como algo malo, pero en el estudio de la Kabbalah aprendemos que no existe bueno o malo. El problema es que sentimos temor ante las cosas equivocadas. De hecho podemos utilizar algo como el temor para que trabaje a nuestro favor en lugar de en nuestra contra.
Un temor saludable a perder nuestra conexión con lo que es importante para nosotros es esencial para mantener nuestras bendiciones. Muchas veces apreciamos algo sólo después de haberlo perdido, pero no tiene que ser así. Permanecer siempre consciente de que podría perder mi conexión con mi maestro, mis padres, mis amigos, mi pareja, mis hijos me recuerda que, para mantener estas bendiciones, debo invertir en ellas.
Esta semana haz una lista de las bendiciones que valoras y realiza algún tipo de acción que te ayudará a asegurar que no las pierdas.
Podemos hacer que nuestras bendiciones duren para siempre si nunca las damos por sentado.
Al invertir en lo que amamos no sólo conservamos lo que es importante para nosotros, sino que cultivamos la plenitud que éstas cosas nos dan.
Mucha gente pregunta cómo pueden obtener más bendiciones en su vida, pero muy pocos preguntan lo que considero una interrogante mucho más importante: ¿Cómo puedo hacer que las bendiciones duren?
Después de todo ¿de qué me sirve una bendición si está aquí hoy y se va mañana? Todos hemos escuchado acerca de personas que obtienen una gran fortuna sólo para perderla por completo. Un matrimonio que una vez fue amoroso y lleno de cariño puede volverse frío y amargo. Amigos que una vez consideramos valiosos pueden no serlo más. ¿Realmente son más bendiciones lo que buscamos? ¿O buscamos la habilidad para mantener todas las que ya tenemos?
Uno de los versos más famosos de la Biblia dice: “Bendito es aquél que siempre siente temor”.
Generalmente pensamos en el temor como algo malo, pero en el estudio de la Kabbalah aprendemos que no existe bueno o malo. El problema es que sentimos temor ante las cosas equivocadas. De hecho podemos utilizar algo como el temor para que trabaje a nuestro favor en lugar de en nuestra contra.
Un temor saludable a perder nuestra conexión con lo que es importante para nosotros es esencial para mantener nuestras bendiciones. Muchas veces apreciamos algo sólo después de haberlo perdido, pero no tiene que ser así. Permanecer siempre consciente de que podría perder mi conexión con mi maestro, mis padres, mis amigos, mi pareja, mis hijos me recuerda que, para mantener estas bendiciones, debo invertir en ellas.
Esta semana haz una lista de las bendiciones que valoras y realiza algún tipo de acción que te ayudará a asegurar que no las pierdas.
Podemos hacer que nuestras bendiciones duren para siempre si nunca las damos por sentado.
Al invertir en lo que amamos no sólo conservamos lo que es importante para nosotros, sino que cultivamos la plenitud que éstas cosas nos dan.
Yehuda Berg
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La clave de que las bendiciones duren es la apreciación y las acciones que de ella pueden derivar. No dar por sentado que lo que recibimos puede permanecer en su estado más maravilloso si nosotros no hacemos algo para mantener su beatitud, lo cual nos vuelve directamente responsables de poder o no recibir --y darnos cuenta de ello-- la Luz en cada momento.
Vamos a nuestra guía, la Torah, para saber cual es la energía con la que fluiremos esta semana.
La porción en esta ocasión se llama Vayak'hel y seguiré las palabras de Ruth Rosemberg para escribir el día de hoy:
Esta porción es una repetición completa de las dos últimas. Incluso son casi las mismas palabras. Pero sabemos que el secreto siempre está oculto en las primeras palabras o el primer verso. Todo el resto es por lo general el comentario. El primer versículo dice (no es textual): "Y Moshé reunió a toda la comunidad de los israelitas y les dijo, 'estos son los mundos que Di-os dijo que hagas ..." "¿Qué está pasando? Moshé llama a los hijos de Israel. Hasta ahora, Moshe siempre se dirigía a la nación entera. Ahora sólo los israelitas. Esta es la primera vez desde que salieron de Egipto, que Moshé no está hablando con todo el grupo. ¿Quienes estaban en el Monte Sinaí? Hubieron 3 millones de personas - 600.000 israelitas, y la multitud mixta / el Erev Rav. recordemos que los Erev Rav eran personas con la consciencia de la fragmentación, la ilusión, la falta de certeza y la fisicalidad. Los israelitas eran la gente espiritual.
Sólo había 600.000 personas espirituales, y el resto ya no eran bienvenidos. Moshe quería empezar el proceso de nuevo ya sin gente que no era espiritual - sin la gente que tenía dudas y opiniones. No las quería allí. Este tipo de separación no parece espiritual, ¿no? No parece agradable, incluso. El Zohar dice que hay dos principios importantes para nosotros de aprender aquí.
En esta porción tenemos la oportunidad de distinguir que es ilusión y qué es realidad.
Nos explica Ruthie Rosemberg, que la peor guerra es cuando en nuestras vidas se mezcla la ilusión y la realidad, es una geuerra en nuestras mentes, cuando dudamos que es verdad y qué es ilusión.
Esta semana no es que adquirimos la capacidad de distinguir entre ambas pero si la de hacernos a nosotros mismos la pregunta...¿Qué es lo real y que es lo ilusorio? Y empezar a hacer nuestros esfuerzos para realmente apreciar.
Ojo, la ilusión puede ser muy atractiva, muy brillante...lo real puede tener un tono más mesurado...tenemos que ser capaces de afinar suficiente para no poner nuestra energía en el lugar en el que no hay tierra fértil para que germine nada.
La manera de que algo que es una bendición que hemos dejado de apreciar vuelva a aparecer vívida, es hacer acciones para valorar, no al revés. Un empleo que parece ya no tener elementos para satisfacernos, una pareja con la que se ha estado por muchos años y que parecería que ya no tiene sustancia puede volver a ser un lugar sólido para re-fundar los sueños pero el diferencial no está ni en las cosas ni en las personas fuera de nosotros, sino en la capacidad de nosotros de verlas con ojos claros libres del humo de la ilusión.
Observa cuidadosamente, no pierdas lo real, por una ilusión vana.
Feliz domingo
Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Vayak'hel de Ruth Rosemberg
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