Si nuestras palabras no son seguidas por acciones entonces son palabras vacías.
Las palabras son importantes pero las acciones dicen más.
Las palabras son importantes pero las acciones dicen más.
Yehuda Berg
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Una de mis Maestras más repetadas en el Centro de Kabbalah es Ruthie Rosemberg. Los momentos en que estoy angustiada o desolada, o simplemente muy confundida por algo, la escucho y prácticamente sin excepción tiene las palabras que necesito para pasar no sólo por el valle de las lágrimas sino caminar hasta un claro del camino y ser capaz de descansar con paz de entendimiento.
En esta semana de Mishpatim, ella nos habla de algo muy interesante. Sabemos que el la referencia del evento de la famosa manzana de Adán y Eva, la transgresión no estuvo en la primera mordida, sino después,cuando se había sentido el sabor y se deseó volver a probarlo y se dió la segunda mordida ya con deseo de recibir para sí mismo.
Se que puede parecer abstracto, pero básicamente eso es lo que nos pasa a nosotros constantemente, el momento que se me ocurre llamarle "la pérdida de la inocencia".
La primera vez haces algo, es con pureza, cuando lo haces una segunda vez ya con una intencionalidad de recibir algo es ahí donde se vuelve una recepción de Luz directa y por tanto una trangresión del sistema, una incapacidad de restringir.
¿Y cual es el problema de no poder hacer una restricción o de sucumbir al deseo de recibir para nosotros mismos? Básicamente, no es que sea un castigo, sino que la acción traerá pan de la verguenza que va a tener que ser removido si es que queremos que la Luz se revele. Se tendrá que pasar por ese proceso de remoción de pan de la verguena a partir de hacer restricción, de limpiar la intención por decirlo así. Y eso cuesta mucho trabajo.
Básicamente esta porción nos habla de la posibilidad de crear nuestra fortaleza para hacer restricción. Reinfundir, recargar de energía, tener ojos para ver esos lugares en nuestra vida en que perdimos nuestra capacidad de restringir, para ver todos esos lugares en los que perdimos nuestro poder de abstenernos de esa segunda mordida.
Esta es una porción en la que se habla de muchas leyes "no robarás" o "no lastimarás a otros sin razón"...
Y curiosamente habla mucho también del corazón, de que el corazón ve, que el corazón siente.
Básicamente Ruthie nos explica, debes sentir en tu corazón la diferencia de cuando haces y cuando no restricción, cuando conectas realmente con la Luz y cuando no y algo empieza a cambiar. Solo cuando pones tu corazón en algo, este se abre y te deja conectar realmente.
La porción nos indica que para poder salir de nuestra esclavitud, tenemos que aprender a oír nuestro
corazón, ver que es lo que ve el corazón, desarrollar las herramientas que
tenemos para abrir nuestro corazón.
Porque si no me abro a sentir la diferencia entre lo
que trabaja y lo que no, seré esclavo a mis sentidos, de mi cerebro en vez de lo
sentir loque nos conecta a la Luz que no es intelectual, no es una conexión por
inteligencia, sino en el corazón, que es donde el alma reside.
¿Cual es entonces la acción que puede decir más? La de la restricción en el no hacer, lo que somos esclavos de hacer, de poder estar por encima de ese deseo de recibir para nosotros mismos que nos impulsa a hacer algo aunque sepamos que nos va a desconectar de la Luz.
Sabemos que si no podemos esperar, si no podemos demorar un poco la satisfacción, esa acción de "no restricción", nos demandará remover pan de la verguenza nuevamente y el proceso será más largo.
Espero que estas palabras resuenen en tu corazón en cualquier evento en que lo necesites. Hoy es un gran día para que algo te toque, quizás te rompa el corazón, pero que seas capaz de tener Luz en entender, en donde está el esfuerzo por hacer de ahora en adelante.
Shabbat Shalom.
Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Mishpatim 2014 Ruthie Rosemberg Centro de Kabbalah
Afinación: https://www.facebook.com/yehudaberg.esp?fref=ts
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