sábado, 21 de agosto de 2010

Agosto 21, 2010. El medidor

SÁBADO, 21 DE AGOSTO DE 2010


El juicio es algo relativo. No juzgas a un niño por hacer algo mal cuando sabes que no conocen una forma mejor de hacerlo. Juzgas a alguien que crees que debe saber la forma de hacer las cosas. Juzgas a los demás y a ti mismo basándote en la relatividad de lo que tú percibes que es justo. ¿Qué es lo justo en realidad?

Hoy, cuando el impulso de juzgar sea fuerte, guarda el medidor y ve hacia adentro en lugar de ver hacia afuera.

Yehuda Berg
___________________________
Hoy quiero reconectar con el trabajo de estos días para recordar cual es el trabajo de revisión que estamos haciendo en el mes, porqué estamos poniendo tanto foco en donde juzgamos, en donde somos insensibles a otros, y cual debiera ser la corrección en que deberíamos trabajar antes de que llegue el momento de re-comenzar:

Recordemos: Elul (Virgo) nos está preparando para llegar a Rosh Hashaná que es la cabeza del año (este año cae el 8 de septiembre). Es el momento en que tenemos la oportunidad de remover juicios, negatividad y transgresiones, cualquier aspecto de corto circuito que cometimos en el último año. Si realmente nos enfocamos en eliminar los juicios y corto circuitos que hemos creado este último año, incluirá la limpieza de muchas vidas.

Veamos lo que dice el versículo 136 de Ki Tetsé, la porción de la semana:

Rosh Hashaná (Año Nuevo) es el brazo izquierdo, que es Isaac, donde las leyes penales son condenadas, JUZGANDO quién vivirá y quién morirá. El sacrificio de Isaac fue allí, a quien Abraham ató. El nudo del Tefilín en la mano se asemeja a la atadura de Isaac. Ambos se relacionan con la atadura de GVUROT CON JASADIM. Dichoso el hijo que está atado a su padre, conectado a él para hacer lo que hace con la Torá y los preceptos, y bendito es el sirviente obligado por su amo a cumplir sus órdenes, que está en el lugar del hijo de un rey.

Sabemos que Isaac representa la energía de la columna izquierda de Guevurá –el juicio, el deseo de recibir– y que Abraham representa Jésed –la energía de dar y de purificación, de unidad, de sanación–.

También sabemos que en los primeros dos días de Rosh Hashaná tenemos lecturas de la Torá. En el primer día, leemos y aprendemos sobre el nacimiento de Isaac. En el segundo día de Rosh Hashaná, leemos acerca de la atadura de Isaac, la historia donde Abraham tomó a su propio hijo y estuvo dispuesto a sacrificarlo en base a la orden que le dio el Creador; en el último minuto no lo hizo, pero en el proceso ató a Isaac al altar. ¿Por qué leemos estas dos secciones:
RECUERDA, es un código:
El nacimiento de Isaac, que es la semilla del deseo de recibir equivocado (el deseo de recibir sólo para uno mismo). Al identificarlo en nosotros mismos, tenemos que atarlo y controlarlo y sumergirlo en positividad.

¿Qué significa? Tomemos como ejemplo una acción insensible hacia otro ser humano. Porque tuvimos nuestros propios problemas, porque tuvimos nuestras propias dificultades... le hacemos daño a alguien usando malas palabras, siendo insensibles, al no mostrar apreciación por ellos juzgándolos. Les hacemos mucho daño, y sólo nos damos cuenta más tarde que hicimos algo mal.

¿Cómo lo controlamos para la próxima vez? ¿Por qué fuimos insensibles hacia otra persona? Es muy simple. De alguna manera se trata de sólo pensar en nosotros mismos: Estamos ocupados con nuestras propias necesidades, nuestros propios problemas, nuestra propia impaciencia. No tiene nada que ver con la otra persona.

En realidad ese es el remedio para resolver nuestro problema: Comenzar a pensar en las emociones de otras personas y sus necesidades.


Ser capaces de volver atrás y borrar todas estas fuerzas de juicio que hemos creado. Pero si no vamos a hacer nada acerca de ellos, se manifestarán como caos en nuestra vida.

Si pudiéramos ser capaces de reconocer el momento en que estamos preocupados con nosotros mismos y decir: "¡Sal de ti mismo! Hay otro ser humano aquí!", entonces no nos permitiríamos herir a otras personas a través de nuestra insensibilidad.

Por eso verás, cuánto está llamando estos días Yehuda a que revises los juicios que tienes hacia otros y que vayas a tu consciencia a revisar porqué los tienes.

No es que ahora salgas tu como el culpable de todo, no. Es sólo ver donde tu estás teniendo actitudes de columna izquierda y empieces a transformarlos en actitudes de columna derecha. Esa es la transformación espiritual de la que siempre hablamos =)

Decidir manejar el carro, no dejarlo ir a donde su real gana de. Por eso hay que trabajar el el conductor que es tu Consciencia.

¡Shabbat Shalom amigos!
Prana Pascual
Texto extraído de una clase de el Centro de Kabbalah de alguno de los Maestros en E.U.
P.D. Recordemos que todo el sistema espiritual se basa en TRES columnas Derecha deseo de compartir izquierda deseo de recibir y la central que es el balance entre ambas y la que mantiene que ambos deseos están equilibrados para que el flujo de todo pueda permanecer en perfecto orden.
Imagen encontrada en:

2 comentarios:

Arte Marga Grigera dijo...

y yo que siempre pensé en Abraham como un tonto obediente insensible...... es dífícil esta explicación de hoy, es para leerla varias veces... se entiende que soy más que nueva en estas interpretaciones....gracias y saludos a todos

Anónimo dijo...

=)

Es un meta-mensaje Arte, nos lo cuentan en código pero son realmente aspectos del carácter humano. No quiero decir que no existieron Abraham e Isaac, pero en un nivel profundo de la explicación para nuestro aprendizaje el saber que el deseo de recibir no debe ser aniquilado, sólo controlado y guiado por el deseo de compartir. Ser balanceado.

Interesante no?
=)
Besos Arte, me encanta que escribas =)

Prana