lunes, 15 de marzo de 2010

Marzo 15, 2010. Aventúrate

LUNES 15 DE MARZO DE 2010

Ten cuidado. No te hagas daño. Atención. Parece que siempre se nos dice que tomemos las cosas con calma, para evitar lastimarnos, para manejar nuestros riesgos. Seguro, no queremos ser imprudentes, pero no podemos cambiar a menos que tomemos riesgos.

Hoy, aventúrate. En algo grande o pequeño. Desafíate a hacer algo nuevo.

Yehuda Berg
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Hace poco me encontré como suele pasar la vida --sin casualidad alguna-- un cuento de verdad, una historia llamada "La mecánica del corazón" mismo que me atrapó desde el momento que lo vi en la estantería porque tenía esa mezcla que me fascina de realidad con fantasía.

Lo compré y lo empecé a devorar con mis ojos. El azúcar crocante de sus palabras endulzaba con agridulce sabor mi boca por ser una historia entre trágica y a su vez pletórica de amor.

La mecánica del corazón tiene un componente chusco al mismo tiempo que verdadero con una crudeza que me estrujó mi propio corazón.

La historia trata acerca de un chico que nace en el día más frío del año, no sólo del año, de la década, quizás no sólo de la década, el día más frío de la historia por lo que en la ternura de su nacimiento su corazón se congela y la partera -Madeleine, una sanadora de vidas- lo repara poniéndole un reloj de cu-co para que jale al corazón a vivir al arrastrar sus propios tic-tacs.

El personaje crece siempre como un fenómeno del corazón reparado y con la idea de vivir siempre con las siguientes normas:

  • No toques las agujas
  • Domina tu cólera
  • No te enamores nunca

Leí todo el libro con el interés de comprender como lograría Jack resolver que uno puede aprender a no tocar las agujas, puedes con dificultad pero con cierto nivel de éxito dominar tu cólera, pero nunca jamás puedes calcular el amor.

No quisiera contar el final del cuento por si alguien se decide a leerlo, lo que puedo decir es que la mecánica del corazón es un libro que toca un punto en el que dolorosamente me encontré identificada, pensando siempre que he tenido un corazón que no funciona más que mecánicamente, rotito, frágil y parchado...y la vida no puede funcionar así.

¿Tienes algo en tu vida que tengas guardado en una cajita para que nos se te dañe?

Quizás llegó el día de arrancarte el corazón mecánico de tu carne y dejar que tu verdadero corazón empiece a llevarte a vivir...

Prana

M
La Mecánica del Corazón, Mathias Malzieu, Editorial Mondadori







4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Prana!!

La piedra llegó hasta acá jejeje. Gracias por la recomendación, sinceramente tengo que leerlo.
Me pongo a pensar que como es posible que vivamos cuidandonos de todo, es de cir de TODO y algunas veces el golpe viene de otros lugares y se nos va el tiempo sin disfrutar.

Un abrazote!

Danyel Tinajero

Anónimo dijo...

UFFF, qué comentario tan padre, lo he disfrutado mucho

Choco dijo...

La fragilidad de un corazón puede ser también su fortaleza porque inevitablemente es mas sensible, siente y percibe lo que otros no. Ve un destello en una mirada; recoge el pensamiento que por un matiz en la voz se filtra imperceptible. Que bueno que hay corazones asi.

Anónimo dijo...

Sin riesgo no hay ganancia,gracias a la oscuridad disfrutamos del sol con la magia de lo logrado,un corazon roto es solamente,una espera. UN ABRAZO Hugo bs as