El otro vendedor llama a su mujer: "Mi amor, no me vas a creer lo que encontré aquí. Hay una gran oportunidad de negocio. ¡Nadie trae zapatos! Puedo venderle a todo el país". Y acaba vendiendo miles y miles de zapatos.
Hoy, mira bien ahí donde pensaste que antes no había una oportunidad.
Yehuda Berg
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Text extraido de la página de Grupo Radiocentro
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La fotocopiadora o copiadora eléctrica fue patentada en 1938, hace casi 64 años, por el estadounidense Chester Carlson, quien además de ser un ingenioso inventor, era un hombre bueno.
A pesar de los problemas económicos y familiares, incluyendo la muerte de su madre, logró inscribirse al Instituto de Tecnología de California, donde se recibió como Físico.
Carlson se mudó a Nueva York, donde consiguió un empleo en la compañía eléctrica Mallory. Su trabajo consistía en analizar las patentes de la empresa para su publicación. Con frecuencia había que realizar múltiples copias de dibujos y éstas se hacían a mano. Se trataba de una labor muy tediosa, que tomaba horas. Para colmo, Carlson era miope y tenía artritis, lo que dificultaba todavía más su trabajo. Era la época de la Depresión y él valoraba mucho su empleo, sabiendo lo difícil que sería conseguir otro.
Sin embargo, pensaba que tenía que haber una manera más fácil de hacer copias. Como lo que en realidad le interesaba era desarrollar inventos, se puso a investigar.
Carlson sabía que las partículas cargadas se adhieren a una superficie con carga opuesta. El problema era cómo lograr que las partículas se fijaran en forma idéntica a la de una imagen iluminada sobre un papel.. El concepto le quedaba más o menos claro, pero tenía que ver si podía funcionar.
Comenzó a trabajar en la cocina del departamento que rentaba en los suburbios, realizando por las noches experimentos con distintos materiales y sustancias. Los olores a quemado molestaron a la casera, por lo que mandó a su hija, Dorris, a reclamarle al joven investigador. Él le explicó lo que estaba haciendo, le platicó acerca de sus sueños de inventor y acabó enamorándola. La pareja se casó en 1934 y Chester Carlson continuó con sus investigaciones.
El descubrimiento tuvo lugar después de muchos intentos, cuando cubrió una placa de zinc con sulfuro, la frotó con un trapo de algodón para crear una carga de electricidad estática, colocó delante de una transparencia con palabras escritas y expuso las dos al calor de una lámpara. Quitó la diapositiva, espolvoreó la placa con esporas de musgo, presionó papel manteca contra el polvo, aplicó calor y retiró el papel. En ese momento vio que en el papel aparecían las palabras escritas en la diapositiva: “10-22-38 ASTORIA”, la fecha y el nombre del barrio donde trabajaba, Astoria, detrás del salón de belleza de su suegra.
A los 32 años, había desarrollado el primer proceso de copiado electrostático, que más tarde se llamaría xerografía y que revolucionó la reproducción de documentos en oficinas, fábricas y escuelas.
¿Porqué te cuento esta historia? Porque es la historia de alguien que creyó en algo y que vió la oportunidad a color cuando los demás ni siquiera la percibían en blanco y negro.
La anécdota de la fotocopiadora es caso de estudio cuando trabajas ruptura de paradigmas, ya que este físico llevó su invento a varias compañías para su comercialización y sin embargo no todos vieron el valor del invento. Fué la compañía Haloid quien le apoyó, misma compañía que después tomó el nombre "Xerox" ¿Te suena? =)
Carlson murió en 1968, pero antes de que eso sucediera, pudo disfrutar de ganancias económicas que lo convirtieron en multimillonario. No contento con la gran aportación que su invento significó para el mundo, gran parte de esa fortuna la destinó a obras filantrópicas.
Espero que esta historia te inspire para no abandonar tus sueños y a ver las oportunidades vivas ahi donde parecía que ya no existían. =)
¡Feliz martes!
Prana Pascual
4 comentarios:
Hola Prana, es increíble como el universo nos envía mensajes tan atinados por diferentes vías. Hoy lunes, me desayuno con la noticia de que estaré manejando unos negocios adicionales de la empresa que han sido poco fructíferos en los últimos años...podía verlo como un castigo, o como el voto de confianza de tratar de hacer esta vez algo diferente con ellos, al menos es una oportunidad de aprender algo nuevo!!.
Hoy quiero abrirme a la oportunidad, en el trabajo, en el amor...en todo!.
Un abrazo,
Priscilla.
Yei Pricilla!!! ¡¡¡Bendiciones y tu haz que sea la gran oportunidad!!!
Enfócate y haz todo con alegría. No le temas al reto que te hará aprender más. La oportunidad parece que es para el negocio, pero la verdad la verdad la verdad es para ti. =) Abrazo, Prana
Abrazo!!
Prana
No cabe duda que es una bendicion tenerte con nosotros y que puedas compartir tu sabiduria ¿Como le haces para tener siempre la palabra adecuada para nosotros?. Gracias mil por ejemplificar de manera tan natural lo que la kabbalah nos enseña.
Un abrazo y feliz martes.
Bendiciones y luz
Reyna Sitton
Wow Reyna, no por favor ni me digas algo así de enorme, que más quisiera que ser sabia, te agradezco 1000 pero básicamente lo que tengo es que amo hacer este blog y amo Kabbalah...mil gracias por tus comentarios...es muy motivante pero yo a quien sigo es a Yehuda, el es el que marca la pauta de estas afinaciones =D
Abrazo!
Prana
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