JUEVES 1 DE MAYO, 2008 Había una vez una mujer cuyo hijo menor era diabético, y no sólo su hijo era fanático del azúcar, sino fanático de Ghandi. La madre decidió buscar la sabiduría de Ghandi. Ella y su hijo viajaron en tren por tres días para buscar el consejo del renombrado líder espiritual. Cuando llegaron donde Ghandi, esperaron en fila por horas hasta que finalmente se les invitó a hablar con él. Una vez la madre hubo explicado la historia, Ghandi le respondió, "por favor vuelve en 30 días." En vez de viajar de un lado a otro, la mujer y su hijo encontraron hospedaje temporal, y ella tomó el trabajo de lavar platos en un restaurante local. Después de 30 días, volvieron donde Ghandi, buscando su consejo una vez más. Esta vez Ghandi se puso de pie, tomó al niño por los hombros, y dijo "Hijo mío, debes parar de comer azúcar." La madre estaba furiosa. "Con todo respeto, viajamos una gran distancia para buscar tu consejo, ¿y esto es todo lo que tienes para decirnos?" A lo que Ghandi respondió: "Señora, no podía pedirle a su hijo que hiciera algo que yo mismo no podía hacer. Sólo ayer me fue posible sacar por completo el azúcar de mi dieta." La lección de hoy es fácil de ver: ¡No podemos esperar que otros hagan lo que nosotros no somos capaces de hacer!
Yehuda Berg
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