lunes, 16 de octubre de 2023

El testamento de la humanidad


¿Cómo se mide exactamente “lo bueno” en términos kabbalísticos? La biblia nos dice que Noé fue un “justo, un hombre perfecto en su generación”. Él era un buen hombre. El Creador le dijo que construyera un arca, y así lo hizo. Noé siguió todas las reglas y completó cada petición por parte de Di.os. Sin embargo, el Creador le advirtió: “todo lo que está sobre la tierra perecerá”. Noé no cuestionó a Di.os. Él hizo lo que se le indicó.

En su libro, “Secrets of the Bible”, Michael Berg señala que Noé, si bien era un buen hombre, no alcanzó los actos justos que definieron a las figuras bíblicas que vinieron después de él, como Abraham. Después del diluvio, Noé lloró cuando vio la destrucción. Di.os le dijo a Noé:

“¿Es ahora cuando lloras? Noé, vine a ti antes del diluvio para despertar dentro de ti el deseo de rogar por el mundo. Cuando te dije que traería destrucción sobre el mundo y te di instrucciones para que hicieras el arca, ahí fue cuando debiste haber llorado, orado y rogado por misericordia para el mundo. Sin embargo, no lo hiciste”.

La lección de esta historia yace no en la promesa de Di.os de nunca más maldecir la tierra por el pecado del hombre. Más bien, debemos preguntamos a nosotros mismos: “si estuviéramos en los zapatos de Noé, ¿Qué habríamos hecho?”.

Uno puede llevar una vida pacífica, nunca romper la ley o herir a alguien. Pero desde una perspectiva kabbalística, tal persona falla en alcanzar su verdadero propósito en la vida y no hace nada para que el mundo sea un mejor lugar. Existe una diferencia entre ser un “buen chico” que escucha acerca de un peligro inminente y alerta a sus vecinos y el “buen chico” que escucha acerca de un peligro inminente y comienza a construir un arca para él y su familia sin decir una palabra.

Grandes cambios en la conciencia ocurren cuando almas valientes toman acciones.

La biblia, en este primer libro del Pentateuco, nos va mostrando la historia de la división, la polaridad y también de cómo volver a la unificación. Tenemos que ser muy curiosos y receptivos en la lectura de este texto, que es el gran testamento de la humanidad -no por religión sino por nuestro origen en común- aunque nos cueste mucho trabajo darnos cuenta de que es así.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Texto en itálicas e Imagen https://www.kabbalah.com/es/articles/acts-of-righteousness/

domingo, 15 de octubre de 2023

Aspirar a la adultez espiritual

 


La historia de Noé, relata uno de los episodios más horribles de toda la Biblia; tan solo en 1000 años después de haber creado el mundo, El Creador trae un diluvio que destruye prácticamente a toda la raza humana.

¿Qué nos enseña esto? ¿Qué nos dice acerca de la naturaleza de Di.os que podemos aprender del hecho de que fuera necesaria una limpieza general a pesar de que el mundo solo había existido durante un breve periodo de tiempo?

Primero, debemos recordar que las fuerzas negativas están esperando al acecho desde el momento en el que emergemos de la matriz. Esto es cierto no sólo para los seres humanos individuales, sino también para toda la humanidad. Se dice que cuando los niños nacen, sus manos están apretadas con puños como diciendo "vengo solo para recibir, dame", pero esta intención no se limita a los más jóvenes, la mayoría del mundo está gobernada por un deseo de recibir egoísta.

Aunque no ha habido otro gran diluvio desde los tiempos de Noé, esto no se debe a que no hayamos convertido en personas justas. La única razón por la cual se nos ha perdonado otro diluvio, es por la promesa del Creador de no volver a destruir nunca más el mundo; en su lugar tenemos el Arcoíris que es el mensaje del Creador que nos dice que aunque el mundo pueda merecer la destrucción, la misericordia de Di.os nos ha dado otra oportunidad para convertirnos en mejores personas.

Solo hay un periodo de la historia en el que el Arcoíris dejó de aparecer y este fue mientras Rabí Shimon estuvo en el mundo. En otras palabras, a lo largo del tiempo desde la Creación y hasta la redención final, es el único período durante el cual el mundo no necesitó ser limpiado, fue durante la vida de Rabí Shimon.

De la misma forma que Noé tenía el arca para salvarlo de la muerte durante el gran diluvio, ahora tenemos el Zóhar para que nos salve de la muerte espiritual cada día de nuestras vidas, y este fue revelado por el Maestro Rabí Shimon Bar Yohai.

Siempre me da un poco de tristeza la rápido que se acaba la semana del Génesis. Muchos secretos se quedan sin decir porque una semana no es suficiente para estudiarlos, pero bueno. Poco a poco debiéramos ir acumulando sabiduría para que año con año, nos vayamos convirtiendo en personas con una adultez espiritual.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt Humanista

Imagen https://www.pinterest.es/pin/arco-iris--703476404309454292/