¿Ves los frutos?

 

La porción Bereshit, en el Libro de Bereshit, inicia el nuevo ciclo anual de las porciones semanales de la Torá. Su nombre proviene de la primera palabra de la porción, bereshit, que significa “en el principio”. 

Uno de los niveles de consciencia que está disponible para nosotros a través de la porción Bereshit es el don para diferenciar entre lo que viene de la Luz y tiene la habilidad a largo plazo de seguir creciendo en bendiciones, y lo que no.

Todo fue creado en nuestro mundo en perfecto equilibrio, lo que significa que lo que sea que encontremos en el lado positivo, lo encontraremos en el lado negativo, y nosotros atraemos todo a nuestra vida de alguno de estos dos lados. ¿Cómo sabemos de qué lado viene?

¿Cómo sabemos si nuestro amor, deseo, determinación o alegría viene de la Luz? La mayoría de nosotros piensa que esos sentimientos deben venir de la Luz del Creador. Sin embargo, eso no necesariamente es cierto, porque todo lo que existe en nuestro mundo, existe en los dos reinos; por lo tanto, su energía puede venir de un lugar positivo o de uno negativo. Así que, ¿Cómo podemos distinguir?

Rav Áshlag dice que el Creador nos dio una prueba. El lado positivo siempre da frutos y tiene continuidad, mientras que el lado negativo se acaba. Quizás estamos obteniendo cierto nivel de plenitud o dicha por lo que estamos haciendo ahora, pero esos sentimientos no son una verdadera prueba de si está viniendo de la Luz o no.

La prueba, la única forma en la que podemos saber si algo viene del lado positivo, es mirar en el futuro para ver si dará frutos y crece continuamente con el tiempo.

¿Veo un crecimiento continuo en esa área específica que puede transformarse infinitamente, elevarse y darme más alegría y plenitud? Si no tiene al menos ese potencial, entonces no proviene del lado positivo.

Observa tu situación actual, tu profesión, tus actividades o relación. 

Ojo, no me parece que lo positivo no tenga esfuerzo de por medio, pero efectivamente, hay situaciones que hace años dejaron de dar satisfacción por más que le inyectes tiempo y cierto grado de testarudez. Quizás buscar una vista longitudinal del proceso te ayude a ver que frutos ya han habido, o cuales simplemente son frustraciones continuas o fallos por más que lo intentes.

Quizás alguien que no tenga "agenda" con tus resultados o acciones también pueda ser alguien que te ayude a romper las ilusiones ópticas y emocionales.

Comencemos positivos Comunidad

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach

Basado en https://www.kabbalah.com/es/articles/the-test-of-the-letter-bet/

Imagen https://espanol.ucg.org/miembros/el-comunicado/como-dar-fruto-incluso-en-la-vejez

Senderos espirituales

 

Así se dice que la palabra Nez, "Milagro", viene de la misma raíz de "Nizayon", desafío, prueba... ¿Qué podemos reflexionar al respecto?

Que un milagro lo logramos cuando alcanzamos a transformar nuestra polaridad, tanto que ya no pareces haber sido aquel /aquella otro(a) en aquel momento. 

Esa es la definición de una transformación, haber logrado atravesar el diámetro completo de un círculo, ir de un punto al otro que en la geometría resultaba el más distante y tu lograse atravesar todos los puntos que te llevaron al horizonte más polar: de impulsivo a templado, de reactivo a proactivo, de cínico a empático, de juez a misericordioso. Se me ocurren muchas posibilidades de polos, y cada uno podemos pensar en las propias. Y cuando estás ya en templado y nada te inmuta, la polaridad será entonces, volver a der sensible o implicado, o comprometido, quizás la finalidad del proceso es saber aplicar el balance entre la polaridad de una manera armónica no rígida o estática sino pertinente a la situación.

¿Notas esos cambios diametrales en tu propia personalidad (personalidad entendido como el tipo de estilo que tu alma y su necesidad de convivir con el ego ha adoptado en este mundo para definirte y proyectarse en este plano físico*)

¿Logras identificar tu camino de transformación hasta donde vas?

Que el milagro y la prueba puedan coincidir en un mismo punto lo da esta cualidad circular de la vida y los procesos. 

Nada es lineal en realidad, esa es la ilusión óptica con la que vivimos pero en realidad, es la experiencia de nuestros procesos espirales que nos hacen sentir: "yo ya había pasado por este lugar antes", "ya había tropezado con esta misma piedra", pero quizás no hayas notado que no al mismo nivel, por eso le llamo espiral, porque no necesariamente te quedas en el mismo grado de elevación. Como cuando el GPS se confunde de si vas por el Periférico o por el segundo piso del Periférico ya que las rutas coinciden pero una está a cuatro metros sobre el nivel de la primera.

En Simjat Torah, la última de las fiestas de el proceso bailamos en círculos. No por accidente sino porque es la geometría de la continuidad, de lo ilimitado, del infinito.

Obsérvate ¿Dónde ya no eres aquel que eras ayer y entonces? ¿Dónde reconoces ya que has andado el camino de tu sendero espiritual? Celebra tu camino, celebra tu transformación hasta donde vas :-) 

Jag Sameaj Comunidad

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach

(* esta definición es mía para fines de este blog para definir personalidad que no es un concepto infinito del alma, sino lo que se crees en esta encarnación que eres, cómo te explicas a ti mismo tu ser y cómo te proyectas en el plano físico)