Hay una sección del Midrash que nos dice que Yirmiyahu (Jeremías) fue llamado el Profeta de la Destrucción porque él fue quien intentó despertar a los israelitas antes de la destrucción y nadie lo escuchó.
Está escrito que
durante ese tiempo él iba por doquier diciéndole a la gente que debían despertar
un deseo de conexión porque no se daban cuenta de que podían perder todas las
bendiciones que tenían si no vivían con un deseo de conexión constante con la
Luz del Creador. Pero nadie lo escuchó, la destrucción ocurrió y los israelitas
fueron arrojados al exilio.
En una famosa sección de Salmos está escrito que se sentaron cerca del río de Babilonia y comenzaron a llorar por Yirmiyahu porque vieron que él los dejaba, ellos le decían: “¿Cómo puedes dejarnos ahora que tenemos tanto deseo de conexión?”. Aquí, al hablar de llorar, nos referimos específicamente a la necesidad de nuestra alma de conectarse con la Luz del Creador.
Por eso,
Yirmiyahu les responde que de haber llorado una vez en el momento en que él les
habló por primera vez cuando aún estaban en la tierra de Israel, nada de eso
habría pasado. Yirmiyahu les dijo que si hubiesen llorado solo una vez cuando
él trató de despertar verdadero deseo, no habría ocurrido ningún dolor ni
destrucción.
Despertar el deseo de conexión con el Creador …Sabemos que antes incluso de eso debemos apreciar lo que tenemos ¿Lo hacemos?
¿Apreciamos las bendiciones que ya están en nuestra vida o las ignoramos?
Tengamos cuidado. No apreciar es como estar en un estado de ceguera, y ni todas las condiciones felices nos pueden hacer sentir bien, si no tenemos esa "vasija", esa apreciación.
Si no te das cuenta lo que tienes, incluso lo más burdo, estarás demasiado distraído y sin gratitud alguna como para desear algo más, incluida la conexión con el Creador, que es de lo más sutil que hay.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach
Basado en texto de Michael Berg - El Centro de Kabbalah Internacional
Imagen https://es.wikipedia.org/wiki/Jerem%C3%ADas_%28profeta%29