En la porción de Bo, el Creador se dirige a Moshé y le dice:
“Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya oscuridad sobre la tierra de
Egipto… La oscuridad, Moshé, debe ser más que simple oscuridad, debe ser
distinta a las otras plagas…”.
Las otras plagas actuaron durante un determinado período de tiempo
y luego desaparecieron, excepto Makat Joshej, la plaga de la oscuridad. Esta
actuó en dos etapas: primero hubo oscuridad por tres días, una oscuridad
profunda, y está escrito que después de esos primeros tres días hubo una
oscuridad aún más intensa; tanto que las personas que estaban sentadas al
inicio de la segunda fase no pudieron levantarse y tuvieron que quedarse en esa
posición por los tres días.
¿Por
qué pasar por tres días de fuerte oscuridad y luego otros tres de una oscuridad
aún peor?
Además, está escrito
en el Midrash, y Rashi lo menciona, que algo más sucedió durante esos seis días
de oscuridad. Dice que la explicación kabbalística es que sólo un quinto de los
israelitas sobrevivió a la plaga de la oscuridad; el 80%, o cuatro de cada
cinco israelitas, murió durante ese momento, ya sea de manera espiritual o
física. Sólo el 20% de los israelitas sobrevivió a la oscuridad.
¿Qué
significa todo esto? El Kotzker Rebe dice, y otros kabbalistas también lo
mencionan, que la plaga de la oscuridad fue una revelación de Or HaGanuz, la
llamada Luz Oculta.
Por eso, cuando
hablamos de Makat Joshej, la plaga de la oscuridad, hablamos de una revelación
total y sin compromisos del Or HaGanuz. Pero ¿Cómo puede eso traer oscuridad?
Rav
Áshlag dice: “Si una persona hace su trabajo espiritual y estudia, pero aún no
tiene certeza total en la Luz del Creador y tiene dudas, la Luz que está en el
estudio y el trabajo espiritual no brillará para ella”.
La
cantidad de Luz que una persona recibe a través de su estudio y trabajo es
totalmente proporcional a la cantidad de certeza que tiene”. Así
pues, si a una persona le hace falta certeza, no sólo no recibe Luz de su
trabajo espiritual, sino que en realidad recibe oscuridad.
Pasamos por dolor,
dificultades, oscuridad y tenemos que entender que es la Luz del Creador;
porque desde nuestro estado de Deseo de Recibir para Sí Mismo, ego y falta de
cambio, lo vivimos como dolor. Esos son los primeros tres días en Egipto. Si no
lo entendemos, entonces tendremos tres días de peor oscuridad.
Debemos darnos
cuenta de que cada elemento de dolor y oscuridad que vivimos en nuestra vida es
esta manera de percibir la Luz del Creador que llega a una vasija, nosotros,
que está llena de Deseo de Recibir para Sí Mismo y ego. Si no cambiamos y
traemos más Luz a nuestra vida, esta provocará oscuridad. El regalo que
recibimos, para no caer como los egipcios ni como el 80% de los israelitas, es
darnos cuenta de que es mejor que ninguna Luz sea revelada a nosotros en este
momento y que tenemos que enfocarnos en un completo cambio personal.
En este
Shabat de Bo, podemos recibir el verdadero regalo de entender que la capacidad
de cambiar nuestra esencia es lo que nos permitirá ver la Luz como Luz y no
como oscuridad.
Shabbat Shalom
Fuente Michael Berg (fragmento)
Sintetizado por Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta