Deuteronomio repite eventos que sucedieron durante 40 años en el desierto.
Lo que Moisés está haciendo es sellar esos mensajes, que
realmente se internalicen las lecciones espirituales.
Es equivalente a cuando estudias, y sinceramente te
preguntas si entendiste.
Esa es una buena pregunta ¿De verdad entendiste?
Los humanos nos ofendemos cuando nos preguntan eso "¿Entendiste?" Porque hace algunos años alguien muy cortés se dio cuenta que después de explicar, preguntar al que nos oyó... ¿Entendiste? Podía parecer despectivo o dudoso de la capacidad del que nos escuchó de comprender, y desde ahí se ha hecho famosa la frase ¿Me di a entender?
Quizás eso en el mundo de las cortesías y buenas maneras sea muy aceptable...yo misma la aplico cuando doy cursos o estoy en sesión, pero te lo quiero decir con todo aprecio y cortesía: a quién le debe de importar entender, es a ti (yo incluida en esta frase por supuesto).
La pregunta que no podemos dejar de hacernos a nosotros mismos es ¿Entendí? ¿De verdad entendí? Y una muy buena manera de notarlo es recapitular, repetir lo que escuché y lo que entendí.
Los kabbalistas explican que para corroborar que se haya entendido la lección, siempre viene una prueba... acostumbrémonos, siempre habrá examen y puede que sea largo, y no podemos declararnos cansados hasta que no aprobemos el grado.
Haz ese experimento, si lees, termina la página y pregúntate: ¿Qué entendí? Si eres sincero contigo mismo recapitula. Si lo logras con éxito, continua, si no, no te engañes a ti mismo y vuelve a leer. Así mismo haz con la vida.
Shabbat Shalom
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt