Esta semana estamos recorriendo la porción de Sheminí que significa “el octavo” en arameo.
El número ocho nos
conecta con la Sefirá de Binah, la octava Sefirá en cuenta ascendente desde
Maljut (el mundo físico).
El número ocho también
es el valor numérico de la palabra aramea para circuncisión (brit), la cual
tiene una conexión espiritual directa con Biná.
Una conexión con Binah nos ayuda a internalizar la información que
absorbemos constantemente durante el día y a convertirla en un conocimiento que
es entendido con nuestro corazón, no sólo con nuestra cabeza. Esta es la clase
de entendimiento que necesitamos alcanzar para poder conectar con la Luz y
ayudar a los demás a hacer lo mismo también.
Binah en este capítulo nos da la oportunidad de conectar con la Luz
de forma directa, sin necesidad de intermediarios. El idioma arameo como tal
nos permite hacer esta conexión directa también; es por ello que
el Zóhar está escrito en arameo. La Kabbalah enseña que incluso los
ángeles no entienden arameo, así que los "brincamos" y vamos directamente al
Mundo Superior de Binah. Al igual que leer o recorrer visualmente el Zóhar,
la lectura de este capítulo de la Biblia nos ayuda a alcanzar a Binah directamente.
Ir a Binah, es entender, es cuando escuchas algo y ya no necesitas leerlo para expresarlo con tus propias palabras porque ya lo tienes clarísimo. Eso es lo que se espera de nosotros, no que actuemos bajo coerción, sino por entendimiento.
Y vamos al Omer de hoy:
Este es el primer balance entre la columna derecha y la izquierda,
para llegar al punto del balance. Pienso que este balanceo nos lleva a un
aspecto del amor y la bondad que va más allá de nuestra estructura, nos lleva a
poder ser compasivos y empáticos, es decir aumenta la circunferencia de
personas con quienes podemos actuar la bondad. No tiene que ser alguien a quien
comprendamos, o que tenga que ver con nosotros mismos, porque siendo empáticos
podemos extender esta bondad hasta con desconocidos, porque podemos comprender
sus circunstancias, podemos suavizar el juicio. A veces expresiones que
entendemos como "maldad" en realidad son "desesperación"
"ignorancia" u otro tipo de lealtad. Incluir a Tiferet nos resta
carácter de juez y nos transforma en una gran familia humana. Acción amplía tu
empatía aún con desconocidos.
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
Basado en clases de El Centro de Kabbalah