jueves, 2 de enero de 2020

El trago amargo de la verdad



Estoy convencida de que el peor engaño, es aquel que del que nos convencemos a nosotros mismos.

Dijo uno de nuestros maestros: Lo que la Luz espera de nosotros, no que seamos perfectos, sino que nos digamos la verdad.

Cuando Yehuda (hermano de Yosef) dice la verdad en esta historia, cuando "no tuvo cara para perpetuar el engaño de que ellos habían desaparecido a Yosef " y para regresar ahora sin el niño Benjamín a su casa, después de que le había prometido a Jacob que no le pasaría nada, atravesó un verdadero infierno ante la situación, pero una vez tomada la decisión, dicho infierno se disolvió más pronto de lo  de lo que pudo imaginar, ya que prácticamente en el momento en que asumió su responsabilidad, dicho sufrimiento terminó.

¿Cuantas veces el sufrimiento no se detiene, porque nosotros no podemos ser vasijas plenas de nuestra responsabilidad?

He observado muchas veces que en procesos de duelo, cuando hay que dejar ir, despedirse o simplemente aceptar algo que nos es muy incómodo, tomar el trago amargo de la verdad, es el verdadero antídoto. 

El momento en que te confiesas a ti mismo --a esa parte de ti que se está negando a asimilar lo que es ya se siente como un mar contra el dique 
resquebrajándose-- es cuando empieza la sanación.

A veces la verdad nos inunda porque no la asimilamos antes, y eso vuelve muy doloroso el proceso, pero a veces puedes llegar a la conclusión de que la situación cambió y no volverá a ser como la recordamos o nunca será como la queríamos...entonces se puede manifestar como realmente es y quizás nos sorprenda con que la verdad es mucho más feliz de lo que nos podíamos imaginar.

Este año que empieza es buen momento para proponerte ser más sincero contigo mismo...de ahí se abre la posibilidad de una plenitud verdadera.

Feliz día Comunidad

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta


martes, 31 de diciembre de 2019

Punto de Inflexión


Esta semana estamos recorriendo una porción llamada Vayigash que quiere decir "se reunió".

En esta porción es cuando Yosef que aún no había sido reconocido por sus hermanos, hace parecer que Benjamín --su hermano menor-- era un ladrón, todo con el fin de hacer que llegara el punto de inflexión para que la historia tuviera un desenlace hacia una resolución de la corrección... o no.

Cuando llegamos a esos momentos en los que hay dos grandes decisiones posibles, con muy distintas consecuencias entre sí, es donde tendremos que tener claro de qué estamos hechos.

A veces llegaremos a situaciones realmente difíciles en las que una opción es la correcta por ser genuina y porque realmente soluciona las cosas o  imparte justicia adecuadamente, pero que nos impacta personalmente, y la otra que oculta algo o que no soluciona de fondo, pero que puede ser menos impactante para nosotros.

Generalmente se llega a esos puntos porque antes no fuimos capaces de poner las cosas en orden, no estábamos listos o no teníamos la madurez o la información completa, o simplemente estábamos temerosos.

En general, esos momentos de prueba son los más cruciales porque determinan qué rumbo seguiremos de ahí en adelante, es lo que llamamos "Momentos de Verdad".

Regresando a lo que sucede en la historia podremos comprender el mensaje que se nos quiere dar:

Cuando Yehuda el hermano mayor escucha lo que iba a suceder con Benjamín se aterroriza de ello porque sabía que Jacob su padre no resistiría la pérdida de otro de sus hijos y especialmente el otro hijo de Raquel, así que llega a este punto de decisión y afortunadamente toma la correcta, que era TOMAR RESPONSABILIDAD por la situación.

“Todo lo que está pasando es mi responsabilidad deja al niño y quédate conmigo” le dice Yehuda después de todo un día de conversaciones con Yosef, ahí Yosef dijo “Váyanse todos” y se reveló a sus hermanos.

Al final, al tomar la decisión correcta, una tercera posibilidad de solución se abre frente a los ojos de Yehuda. En vez de perder a su hermano o quedar el como esclavo, se revela su hermano Yosef que había estado desaparecido y se da una feliz reunión de los hermanos, una vez más y la posibilidad de sanar un pasado doloroso de una vez por todas.

¿Qué reflexionas al respecto?

No siempre tendremos esos "momentos de verdad" en nuestras vidas, por eso hay que trabajar para estar listos cuando lleguen.

Feliz Noche Vieja gregoriana, que 2020 sea un año venturoso para todos ustedes y sus seres amados.

Con cariño,
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta