Hoy es la hillulá de Shimon Sarfati, quien fuera maestro de varios lectores de este blog, varios recordarán sus lecciones pero especialmente, varios recordarán como no podía colgar el teléfono de estar recibiendo llamadas de quienes eran sus alumnos que querían realmente preguntarle Todo y cuando digo todo es realmente todo.
Yo para ser fiel a la verdad, fui alumna de Rachel Sarfati, su esposa, no de Shimon, sin embargo, ellos funcionaban como una unidad espiritual bien integrada, el aspecto masculino y femenino armónicos entre sí, que se consultaban y se retroalimentaban absolutamente todo.
Shimon y yo en nuestro tiempo de compartir el mundo físico, solo tuvimos unos cuantos momentos de hablar solos, muy poquitos y muy breves, nunca tuve una sesión de horas con él, con Rachel si, sin embargo con Shimon tuve una experiencia realmente muy excepcional en la que ambos estuvimos involucrados a través de una tercera persona que nos pidió ayuda para su hijo.
No voy a abundar en esa experiencia porque no me siento en derecho de hablar de otra persona y lo que le sucedió, solo sé que en aquella ocasión, Shimon y yo pasamos por un trance muy difícil juntos, insisto, interacciones de minutos, pero donde nos vimos a los ojos y sabíamos que ambos estábamos experimentando algo realmente angustioso porque estábamos presenciando un momento que ninguno de los dos podíamos ayudar a otra persona que estaba pasando por ácido.
Recuerdo su mirada ese día y me recuerdo a mi misma dándole los mensajes que me fueron encomendados, y nos vimos consternados, sabiendo que solo lo podríamos presenciar, no prevenir ni solucionar porque así había sido decidido por la voluntad de alguien más.
Hoy quiero mencionar que Shimon dejó el mundo en la porción de Reeh, Ver. La última clase que dio es justo de dicha porción y dijo: "Esta semana podemos conectar con el poder de realmente Ver, que todo lo que nos sucede es una bendición. Aunque sepa ácido, es una bendición."
En esta clase también dijo: la muerte es una ilusión, en realidad se está más vivo después...y esa misma noche --sorpresivamente para toda una Comunidad-- dejó el cuerpo físico. Inesperadamente para todos ese día su alma decidió que era el momento de hacer la transición.
Hace pocas semanas, recibí un mensaje de Shimon. Esta vez fue él que a través de otra persona casi desconocida para mi, me dijo que no dejara de escannear el Zohar y que recordara las lecciones de Luz y Amor.
El mensaje no es para mi, el mensaje es para quien lo quiera recibir: Es verdad que la muerte no es el fin. Para nosotros él está fallecido pero el encontró la manera de traspasar el umbral a través de una persona que medita con frecuencia, y más aún, su mensaje es que El Zóhar, La Kabbalah, La Luz, son un camino verdadero.
Hoy te sirvo de mensajera Shimon. Una vez más solo minutos pero transmito a tus alumnos lo que les viniste a decir. Para todos quienes lo quisieron y a quienes el quiso he ahí su mensaje trascendiendo la muerte física.
Gracias Shimon.
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach
Imagen fotos de El Centro de Kabbalah México