Nos enseñó el Rav Berg que la porción de esta semana --Pinjás-- es una de las más importantes de estudiar y de entender, y nos hizo ver que tenía que ver con la sanación, ya que los fallos en nuestro organismo están relacionados con fallos en nuestra consciencia.
Podremos entender entonces, que la sanación tiene que atender a la consciencia para poder sanar realmente el cuerpo.
Esta sección, el Zohar habla sobre la idea de que todos los cortocircuitos
deben corregirse dentro de la misma área donde se llevaron a cabo y están completamente conectados a la
curación.
¿Qué significa eso?
Significa que cada cortocircuito, cada
negatividad, cada (lo que el Zohar llama) "pecado" (que es un código
para lo que llamamos deseo por uno mismo o reactividad o desconexión o falta de
certeza) corresponde a ciertos órganos en nuestro cuerpo que sufrirán como
resultado en correspondencia, pero claro, esto no tiene que ser así forzosamente.
Lo
que el Zohar nos dice básicamente es que el caos está unido a nuestro
cortocircuito, y que siempre está de alguna manera conectado a la negatividad real cometida.
Por
ejemplo, si una persona se permitió "no ver" algo importante en su vida aún cuando tuvo señales, pistas, evidencias, puede llegar a sufrir de ceguera total, o algún problema en los
ojos.
Es como si esa niebla en la que se vivió, se materializara.
Siempre hay una conexión entre el
problema / el cortocircuito / la negatividad y la forma en que se manifiesta en
nuestro cuerpo.
A veces no es tan obvio y sin embargo, cualquier problema que ya llegó al cuerpo debiera indicarnos que se trata de un efecto de algo que no atendimos en su momento, no es un castigo, es un resultado de algo velado en nuestra consciencia.
Es algo realmente digno de considerar y de revisar.
¿Qué te corresponde revisar esta semana a ti Comunidad?
Con cariño,
Prana Raquel Pascual
Basado en clase de El Centro de Kabbalah 2010