Hay un tema interesante esta semana. Naso quiere decir "sentidos", pero en una traducción más correcta quiere decir "Elevarse"
En realidad, la elevación de la que se está hablando esta semana es acerca de estar en el mundo de Maljut el mundo físico o estar en el de Zeir Anpin en el mundo espiritual. ¿En cual de los dos mundos estás cuando actúas?
Al escuchar una clase de Ruth Rosemberg, ella hace la siguiente pregunta:
¿Qué es lo que importa? ¿Tu intención o el resultado?
¿Qué cambia?
Y después conforme transcurre la clase menciona el tema de que la diferencia está en si eres humilde o no.
Me quedo pensando como consolidarlo para aprendizaje y pienso en algo que me han pedido hacer, algo que en realidad me es muy desagradable --esto es verdad-- que es ir a "pedir algo". Algo que yo no necesito, pero que alguien que quiero mucho si lo necesita, y que me importa su resultado, pero soy yo quien tiene que poner la cara para pedirlo.
Y por supuesto me importa el resultado, pero lo que creo que me importa más en este momento después de escuchar esto es ...creo que importa más cómo lo hago que lo que consigo. Es más con que consciencia lo haga, que realmente lo que logre, eso es lo que en este momento debe ser el foco.
Lo demás, será lo de menos ¿Puedo hacerlo desde un mejor lugar de consciencia de en el que he estado hasta el momento?
Esa pregunta te hago, esa pregunta me hago a mi misma. ¿Puedes elevar tu intención en esta situación?
Shabbat Shalom cuando el día finalmente alcance a la noche Comunidad
Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Ruth Rosemberg y Centro de Kabbalah Internacional.
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viernes, 25 de mayo de 2018
jueves, 24 de mayo de 2018
Auto Estima
Hoy comentaré acerca de un texto publicado por Michael Berg acerca de la porción, Nasó:
Parte de la lectura de la porción
Nasó tiene que ver con la construcción del Mishkán, el Tabernáculo, el lugar del que los israelitas, y el mundo,
recibirían toda su Luz.
En su momento, todos los israelitas, excepto doce
personas, participaron en su construcción. Estas doce personas eran los doce
líderes, los jefes, de cada una de las doce tribus. Ellos se dieron cuenta de
que perdieron la oportunidad de formar parte de un proceso maravilloso y, por
lo tanto, tenían que hacer algo. Así pues, está escrito que los doce líderes,
los doce jefes, se reunieron y le llevaron un regalo a Moshé destinado a usarse
en el Tabernáculo.
Moshé les dijo qué llevar o qué
construir a todas las demás personas que participaron en la construcción
del Mishkán; todo fue ordenado por el Creador a los israelitas por medio de Moshé.
Todos seguían órdenes. Sin embargo, los doce líderes no estaban siguiendo a
Moshé. Ellos tenían su propia idea: llevar seis carretas cubiertas y doce toros
que las guiaran, dos toros por carreta.
El Tabernáculo era erigido por
completo cuando los israelitas permanecían en un lugar, pero cuando se
levantaban para irse, tenía que ser desmontado y los levitas debían cargar las
piezas. Por eso, la idea detrás del regalo de los doce jefes era ayudarlos a
cargar dichas piezas por el desierto. Como podemos imaginarnos, las paredes
del Mishkán, el Arca, la mesa, etc. eran muy pesadas, hechas de oro, madera y
plata.
No obstante, Moshé no sabía qué hacer
cuando los doce líderes llevaron estos regalos porque el Creador no le había
dicho que eran necesarios o importantes, en consecuencia, dice inicialmente:
“Yo no les pedí esto, Dios no les pidió esto, no lo puedo aceptar”.
Pero en el
versículo siguiente, de repente Moshé recibe una revelación del Creador. El
Creador les dice que acepte las seis carretas y los doce toros, pero con una
advertencia. Dice que hay tres grupos de levitas, tres partes de una misma
tribu, el linaje que viene de Guershón, Kohat y Merarí, y todos ellos están
destinados a cargar partes diferentes del Mishkán mientras viajan por el
desierto.
Así pues, Moshé recibió las seis
carretas y los doce toros y los dividió entre los levitas de la siguiente
manera: a los guershonitas les dieron dos carretas y cuatro toros para que
cargaran un pedazo del Mishkán, y las otras cuatro carretas y ocho toros fueron entregados al grupo
descendiente de Merarí. Esta es quizá la parte más importante de esta sección;
Moshé, al parecer dirigido por el Creador, dijo que el grupo de Guershón y el
grupo de gente que carga las partes externas del Mishkán podían tener las carretas para
facilitar su trabajo.
Pero dijo que el tercer grupo, el grupo de Kohat, el que
debía cargar el Arca que contiene las Tablas, la mesa y las partes internas
del Mishkán, no obtendrían ni toros ni carretas, que su trabajo permanecería arduo.
Las palabras que Él dijo para explicar la razón significan literalmente:
“Debido a que el trabajo divino está sobre ellos, deben llevarlo en los
hombros”.
Hoy me quedo reflexionando en este escrito, y me quedo pensando en la Responsabilidad.
Todos estamos en este mundo para hacer una transformación, pero es también interesante ver que hay momentos en que algunos están para recibir cierto tipo de situaciones que pueden incluso parecer ventajosas, y otros están para tomar las responsabilidades fuertes y que parecen mucho más pesadas...sin embargo hay un tema en las personas que tienen esa responsabilidad: Tienen un potencial muy grande ¿De qué? De revelar satisfacción de un deber cumplido.
Sé que en momentos podemos pensar ¿...Y no podría yo ser mejor del grupo que nada más se sienta y observa?? ¿O ser del grupo de carga liviana?
Pero la verdad es que la auto-estima está basada en logros, no en palabras.
No hay nadie a quien le puedas decir suficientes palabras para verdaderamente creer desde el fondo que tiene una valía frente a los retos de la vida, más que si se ha visto a si mismo enfrentar la prueba y trascenderla, esa es la raíz verdadera de la auto-estima.
¿Qué responsabilidad es pesada y ardua sobre tus hombros en este momento? Quizás haya algo ahí oculto que pueda revelarte un reflejo de tu verdadera naturaleza divina.
Feliz día Comunidad
Prana Raquel Pascual
https://www.michaelberg.net/es/articles/conciencia-fuera-de-los-l%C3%ADmites-naturales
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