Martes, 15 de
diciembre de 2015
Hay momentos
en los que no sabemos cuál es nuestro camino y no nos sentimos “conscientes” o
conectados con la Luz.
Cada uno de
nosotros ha dudado de sí en algún momento de su vida: quiénes somos, qué
hacemos, cuál es la mejor manera de avanzar.
Aunque no
tengamos a Moshé en nuestra generación para guiarnos fuera de este estado de
incertidumbre y desaliento, sí tenemos las herramientas y enseñanzas
espirituales que pueden llevarnos a una conciencia superior y mayor atención.
Tenemos dentro de nuestro ser todas las respuestas que buscamos. Sólo tenemos
que abrirnos al espacio espiritual para conectarnos y obtenerlas.
Todos los
seres humanos pasamos por dudas y dificultades en nuestra vida. Lo importante
es la manera en la que usamos estos desafíos para avanzar positivamente y llenos
de Luz.
Karen Berg
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Es muy interesante lo que pasa en la porción de esta semana Vayigash y nuestro maestro Ariel Grunwald, añadió a la comprensión de ello algo que me parece especialmente trascendental en la clase que impartió en el 2010.
Yosef les da audiencia a sus hermanos, les da comida pero dentro de la bolsa de Benjamín mete su copa de oro para que pareciera que se la había robado y entonces, los acuso
de ladrones.
Yehuda dijo que no que no lo era así, que los revisara y
por supuesto encuentran la copa a lo que Yosef les dice que si ellos creían que no los vería como diciendo que él sabia de todo.
Los hermanos se van por el desierto con sus burros y su culpa de los años en que vendieron a Yosef, y ahí se rompen y entre ellos
dicen que seguramente esto les esta pasando por lo que habían hecho en aquel entonces, por lo de la venta de Yosef y que esto sería la propia consecuencia de las acciones.
La porción empieza donde esta Yosef en el trono, están los hermanos desesperados,
rotos, ya solo entregados a la vida y en eso Yehuda se acerca a
Yosef y ni siquiera pide misericordia sino que le cuenta su historia y le cuenta la
historia del propio Yosef y cuando eso sucede Yosef ya no se aguanta más y pega
un grito de que todos los sirvientes se salgan y que lo dejen con los hebreos, y se quita la corona y las investiduras, y se revela como su hermano Yosef.
Los hermanos le dicen lo mucho que lo sienten y el les dice que no le hicieron
nada porque todo estaba en su película por alguna razón.
Sentimos que abrir el corazón es la máxima expresión
de espiritualidad, una de las cosas que aprendemos esta semana es que no es
suficiente, eso puede venir de un lugar
incorrecto, puede ser una obra de teatro escrita por el Satán, presentarte como una especie de víctima,
una forma glamorosa de pedir “no me juzgues”
Aprendemos de los Maestros Kabbalistas, que la verdadera
conexión, la amistad dos personas y la luz no se trata solo de abrir el corazón, se trata de abrirlo
y tomar responsabilidad.
No es suficiente abrir el corazón; si mientras lo abro, no expreso un
compromiso y una responsabilidad de cambiar ¿Cual es el propósito?¿Ganar
más tiempo de seguir siendo como soy y no cambiar?
Eso es reactivo.
Solo la toma de responsabilidad es la que implica la verdadera transformación.
¿Cómo andas tu al respecto?
Asómate a tu proceso, realmente estás pidiendo paz al proceso desde un lugar reactivo, o verdaderamente has sido tocado por la situación para cambiar desde adentro?
A trabajar Querida Comunidad
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt