Del 27 de enero al 2 de febrero de 2013
Aunque todos nosotros nacemos en este mundo con
un propósito único individual, los kabbalistas enseñan que también existe un
propósito general que todos compartimos (la corrección espiritual, o
Tikún). Estamos aquí para transformarnos y limpiar nuestro “equipaje” de
vidas pasadas para así poder alcanzar nuestra corrección y por último, nuestra
perfección.
Todos estamos destinados a realizar esta corrección. Nos guste o no, todos vamos a cambiar. No depende de nosotros. Lo que sí depende de nosotros es cómo cambiaremos.
Al analizarlo, realmente se nos ha dado una sola opción en la vida. Podemos escoger cambiar de manera proactiva, o podemos ser forzados a cambiar de manera reactiva.
El camino proactivo de cambio comienza cuando nos vemos a nosotros mismos y decimos: “Esta no es la persona que quiero ser”. El simple hecho de tomar la decisión de cambiar es dar un gran paso hacia adelante, ya que está en nuestra naturaleza ser dominados por el Deseo de recibir sólo para nosotros mismos, la parte de nuestra naturaleza que es egoísta, molesta, limitada, que quiere permanecer en la comodidad; la parte que nos controla; la parte de nosotros que es la víctima. Salir de esta mentalidad y comprometerse con la espiritualidad es de hecho bastante sorprendente y no todo el mundo decide hacerlo.
El camino reactivo de cambio es impuesto en nosotros a través de eventos externos y sus efectos. Puede manifestarse como la pérdida de nuestro empleo, nuestros amigos, o peor: perder la salud o la pareja. Si no buscamos ver voluntariamente una necesidad para cambiar, el caos activado a partir de nuestro propio comportamiento reactivo finalmente nos despertará para transformarnos.
En un sentido espiritual, estos dos caminos no son de igual valor. Una persona que ha escogido conscientemente hacer el trabajo espiritual de transformación revela más Luz en comparación con quien simplemente está reaccionando a las fuerzas externas. Y ya que estamos todos conectados, lo que manifestamos, es también revelado al mundo.
De una forma u otra, llegaremos de manera individual y colectiva a la realización y la perfección que están destinadas para nosotros. Si no es en esta vida, entonces será en un tiempo de vida futuro.
Nuestro libre albedrío yace en cuál camino escogemos: El camino de la responsabilidad y la transformación personal, o el camino del sufrimiento.
De cualquier forma necesitamos saber que nuestras acciones pueden ayudar al mundo así como a nosotros mismos, o herirnos y herir al mundo también.
Depende de nosotros.
Todo lo mejor,
Yehuda
Todos estamos destinados a realizar esta corrección. Nos guste o no, todos vamos a cambiar. No depende de nosotros. Lo que sí depende de nosotros es cómo cambiaremos.
Al analizarlo, realmente se nos ha dado una sola opción en la vida. Podemos escoger cambiar de manera proactiva, o podemos ser forzados a cambiar de manera reactiva.
El camino proactivo de cambio comienza cuando nos vemos a nosotros mismos y decimos: “Esta no es la persona que quiero ser”. El simple hecho de tomar la decisión de cambiar es dar un gran paso hacia adelante, ya que está en nuestra naturaleza ser dominados por el Deseo de recibir sólo para nosotros mismos, la parte de nuestra naturaleza que es egoísta, molesta, limitada, que quiere permanecer en la comodidad; la parte que nos controla; la parte de nosotros que es la víctima. Salir de esta mentalidad y comprometerse con la espiritualidad es de hecho bastante sorprendente y no todo el mundo decide hacerlo.
El camino reactivo de cambio es impuesto en nosotros a través de eventos externos y sus efectos. Puede manifestarse como la pérdida de nuestro empleo, nuestros amigos, o peor: perder la salud o la pareja. Si no buscamos ver voluntariamente una necesidad para cambiar, el caos activado a partir de nuestro propio comportamiento reactivo finalmente nos despertará para transformarnos.
En un sentido espiritual, estos dos caminos no son de igual valor. Una persona que ha escogido conscientemente hacer el trabajo espiritual de transformación revela más Luz en comparación con quien simplemente está reaccionando a las fuerzas externas. Y ya que estamos todos conectados, lo que manifestamos, es también revelado al mundo.
De una forma u otra, llegaremos de manera individual y colectiva a la realización y la perfección que están destinadas para nosotros. Si no es en esta vida, entonces será en un tiempo de vida futuro.
Nuestro libre albedrío yace en cuál camino escogemos: El camino de la responsabilidad y la transformación personal, o el camino del sufrimiento.
De cualquier forma necesitamos saber que nuestras acciones pueden ayudar al mundo así como a nosotros mismos, o herirnos y herir al mundo también.
Depende de nosotros.
Todo lo mejor,
Yehuda
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Eso he estado pensando en estos días: Muchos estudiantes de Kabbalah se preguntan "¿Qué es restricción?" cuando escuchan sus primeras clases. Y después también nos los seguimos preguntando. El el lugar en el que pasamos de dormidos a despiertos así que a todos nos cuesta. )
Bueno, la restricción es algo contrario al gusto del ego, es decir, siempre que decidimos hacer algo que está contrario a lo que de verdad nos sería fácil de hacer, por ejemplo "Huir" en vez de "Enfrentar", "Replicar o Responder", en lugar de "Callar" o vice versa, "Estar fuera de tu ambiente" en lugar de "Estar en un lugar fácil y cómodo", "Comprometerte", en lugar de "Simplemente jugar".
El tema mis queridos amigos, es que la restricción pasa aunque no lo quieras. Lo maravilloso es que la hagas proactivamente como lo expresa de alguna manera en la afinación nuestro Maestro Yehuda Berg, o no, sucede. De acuerdo a mis observaciones, esto es algo que sucede si o si, pero no necesariamente donde lo esperas cuando es reactivo. Sucede porque sucede. La puerta parece cerrarse y punto. =) Restricción impuesta por el Universo. La oportunidad es ¿Te enojas o la asimilas como la maravilla que acaba de suceder?
Por ejemplo: Llevo ya años preguntándome que es este movimiento de ritmo en la vida en la que a veces, nos es demandado movernos. pedalear, nadar, caminar, correr o cualesquiera que sea el verbo que quieras usar para reflejar que hay un movimiento de energía. Hay veces que hay que "ir hacia" "Pedir" "Confrontar", "Negociar", "Adquirir un compromiso" etc etc verbos de movimiento.
Pero otras veces es "Esperar", "Aguardar" "Observar" "Hacer una pausa". Abandonar el deseo de control.
Llevo mucho tiempo observando esto porque habitualmente la gran pregunta es ¿Qué hago? ¿Voy o me quedo?, ¿Le digo o me callo? ¿Hago la lucha o dejo al proceso acontecer?.
Debo decir que en gran medida a eso te ayuda un Maestro. A observar donde está tu intención más reactiva y entonces ayudarte a que justo hagas la contraria. Ahí es cuando te dan ganas de cambiar de Maestro ja ja, pero probablemente es cuando menos te debes de mover. Ojo.
Cuando te incomoda profundamente, muy factiblemente lo que se está atornillandose es al Ego. Y eso es bueno.
Eso que quieres hacer impulsivamente y sin consulta probablemente sea justo donde debes hacer una pausa antes de decidir, lo malo es que habitualmente no tenemos quien nos ayude a ver desde otra perspectiva. Debieramos buscarlo.
Es una paradoja. Suele serlo. Pero es lo único que nos permite ver las cosas desde una perspectiva nueva.
De momento algo que tengo en mis observaciones es : Habitualmente lo que ha de ser no sale forzado, si todavía tienes que torcer mucho el volante y obligar demasiado...quizás debas pensar otra vez que estás haciendo y desde que intención. Tal vez es un movimiento muy reactivo que busca demasiado satisfacer tu Ego. Tal vez hay que detenerse. Pero si vez que el balón está parado, la situación parece tomar un tiempo dmasiado largo, que las cosas parecen ya no tener ni atrás ni adelante...quizás ahí se te demanda que hagas alguna jugada.
En todos los casos creo que dar paso para inspirar hondo antes que hacer nada ayuda.
Pero de que hay un apoyo del entorno para la restricción lo hay...lo que es muy interesante es ¿Cómo tomas las cosas después? Te mantienes frustrado...Ojo estás perdiendo la partida...Te quedas observante para ver porque pasó así...Si lo haces genuinamente seguramente algo entenderás. Si hasta te alegras de corazón, quizás ya estás entendiendo que ese cierre de puertas fue una restricción que vino de fuera y que fue una ayudota. No muchos estamos ahí siempre...yo no al menos. Aún batallo con mi reactividad ja ja pero ya trato de pasar el proceso de los "No" del entorno lo más rápido posible como "ayuda de Di-os". Y respiro lo más hondo que puedo.
=)
Con que no nos quedemos sin estar atentos Comunidad, estoy segura que estamos aprendiendo y ese deseo nos revelará más luz para ver nuestro andar.
Feliz domingo Querida Comunidad.
Prana Pascual
Imagen Pinterest