SÁBADO, 7 DE AGOSTO DE 2010
La naturaleza del mal es ocultarse porque, si pudiéramos verlo, entonces lo reconoceríamos y nos desharíamos de él. Es por ello que en nuestras vidas tenemos muchas áreas grises que son difíciles de diferenciar.
Pero, cuando llegas al fondo de todo, la vida es simple. Es blanco y negro, bueno y malo, luz y oscuridad.
Sé sencillo. ¿Estás pensando en los demás o sólo en ti mismo? ¿Eres dominado por la duda o la certeza? ¿El juicio dirige tus acciones o existen en ellas unas chispas de misericordia? Responde estas preguntas para aclarar tus confusiones el día de hoy.
Yehuda Berg
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Hay un autor llamado Bruno Bettelheim (psicoanalista) que escribió el libro "Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas".
Sobre la sinópsis que encontré de este libro:
Los cuentos de hadas - Caperucita roja - Cenicienta - Blancanieves - La bella durmiente - Hansel y Gretel -, ejercen una función liberadora y formativa para la mentalidad infantil y la dotan de apoyo moral y emocional. Al identificarse con los mismos personajes de los cuentos, los niños comienzan a experimentar por ellos mismos sentimientos de justicia, fidelidad, amor, valentía, no como lecciones impuestas, si no como uno gozoso descubrimiento, como parte orgánica de la aventura de vivir
Pero aquí el tema que te quiero hacer reflexionar, es que si te pones a ver, en muuuuchos de los cuentos, el mal se presenta disfrazado frente al héroe.
El Lobo se disfraza de Abuelita, la Madrastra de Blancanieves en una humilde viejecilla. En la Bella Durmiente como alguien que le ofrece una rueca, Rumpelstinski te ofrece lo que quieras tener a cambio de casi nada, adivinar su nombre, pero siempre hace tratos ventajosos para sí mismo. Y podemos verlos en muchas otras historias.
Habitualmente el mal no aparece evidente. Resulta evidente para nosotros los espectadores que estamos fuera de la acción y a quienes nos dejan ver tras bambalinas, pero para el héroe, es como si fuéramos nosotros en nuestra propia vida: tienes contacto en algún momento que estás desprevenido sin estar a la expectativa o pensando que deberás defenderte del mal que venga o que surja a partir de ti mismo (!) y ¡Pacatelas! ¡Caes!
Aunque el mal existe en formas dramáticas en nuestro mundo, representado por personas que delinquen, matan, roban etc., el mal no siempre tiene esa forma tan extrema, sino que circula libremente en las cafeterías escolares, el metro de tu ciudad, el closet de tu recámara, en donde sea.
Circula en tu vida diaria como una idea en la que estás obstinado, o una manera de ser en extremo sensata...¿Increíble no? Disfrazado de dulce abuelita un sentimiento de extrema humildad que puede convertirse en extrema falta de autoestima. Disfrazado el bonito personaje de "una seguridad absoluta de que tu si sabes cómo hacerlo" que te priva de escuchar a gente que te consulta o te quiere advertir algo en el camino o que simplemente te podría aportar algo.
Como dice nuestro maestro Shimon, "cuando estás bien es cuando te puedes equivocar más".
Piensalo. El día que de verdad te la crees que tu eres "Juan Camaney", ese día es que te puedes tropezar peor o que puedes llevar las cosas a la caída.
Muy interesante la fórmula para quitarle la máscara a nuestra posibilidad de enfrentar a ese escurridizo mal:
"Sé sencillo. ¿Estás pensando en los demás o sólo en ti mismo? ¿Eres dominado por la duda o la certeza? ¿El juicio dirige tus acciones o existen en ellas unas chispas de misericordia? Responde estas preguntas para aclarar tus confusiones el día de hoy."
Debiéramos recordar estos cuatro renglones en la junta de trabajo y en el momento que estemos discutiendo con alguna persona, o en cualquier instante en que "de tan bien que estamos, estemos actuando pésimo"
Este tema me parece importantísimo de darle un espacio en nuestros cristales preferidos de ver la vida.
Shabbat Shalom
Prana Pascual
Sinópsis encontrada en holistika:
Nota: "Juan Camaney" es un modismo mexicano para hablar de alguien que cree que de las sabe de todas: TODAS ja ja ja
Juan Camaney usado por el cómico Luis de Alba (Es la contracción de cuando se empezaron a ir los mexicanos a los Estados Unidos, y les decían: Juan Come on, hey!) con su famosa frase "Bailo tango, masco chicle, pego duro y tengo viejas de a montón, ¡¡¡Tururuuuu!!!"
