viernes, 19 de febrero de 2021

Contribuir

 

La historia del 1% de Terumah habla de que Di.os viene a Moisés y le dice Necesito un favor: que vayas con todos los israelitas, con todas las personas que deseen dar (es decir contribuir) con un donativo de corazón, de todos los que desean un compartir.

Este día la palabra que me llama la atención para reflexionar es contribuir y específicamente me gustaría preguntarte ¿Qué tanto contribuyes tu mismo tu felicidad, y qué tanto contribuyes a tu caos?

En muchas ocasiones nosotros ponemos nuestra propia energía y deseos del ego frente a nuestra propia luz, y nos obstinamos con soluciones que sabemos que no son las correctas o deseos que no nos corresponden, y sin embargo no somos capaces de soltar y movernos de lugar a fin de que La Luz pueda entregarnos lo que de verdad sería nuestro satisfactor.

Pienso que en verdad que en muchas ocasiones nosotros somos el mismo velo que nos separa de nuestra propia satisfacción.

¿Identificas en qué apegos de tu ego puedes estar impidiéndote ser pleno y abrirte a una nueva experiencia que la Luz tiene para obsequiarte?

Reflexiónalo con detenimiento

Shabbat Shalom al aparecer las tres primeras estrellas en el firmamento

Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta

Imagen http://laoscuraluzdelamente.blogspot.com/2015/07/velada.html


miércoles, 17 de febrero de 2021

Un corazón sereno

 

Si quiero una conexión verdadera y real con la Luz, necesito tener un corazón abierto, eso es lo que nos está enseñando la porción de esta semana Terumah. Sin embargo, aunque la sentencia "corazón abierto" nos suena hermosa ¿Qué quiere decir realmente?

Una conexión duradera solo ocurre cuando está utilizando el sistema de tres columnas: Compartir, recibir y tener restricción entre ambas.

Un corazón abierto es, por definición, el uso de un sistema de tres columnas. Porque solo puedes abrir tu corazón aplicando restricción, conectándote así a la columna central ¡Cómo se traduce en la práctica? 

Compartiendo sin estar pendiente de lo que te va a tocar en recompensa o que sabe esperar su propio turno sin desesperarse o aferrarse o querer jalar el resultado si no llega naturalmente y simplemente se te da.

Recibir sin culpa y con gratitud, no con sospecha o miedo. No con blindajes.

Saber cuando dejar ir y saber también cuando seguirse esforzando. 

Ese balance de un corazón que puede iluminarse pero no vivir en ansiedad, un corazón sereno, eso es restricción.

¡Cómo lo aplicas a tu vida cotidiana?

Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta