Se lee en la explicación de la Biblia que en la porción de Shlach Lejá, Moisés eligió a líderes de las tríbus y les dijo
específicamente “vayan y espíen la tierra“.
En otras palabras, Moshe los envió
solamente observar la tierra, no a que vivieran en ella.
Cuando alguien es
turista en otra tierra, los inconvenientes de ese lugar no le molestan tanto
como si fuera un habitante de allí porque como visitante, no está apegado de
forma permanente a ese lugar. Cuando Moisés envió a los espías, ellos debían
ser imparciales ante todo. Ellos debían ir como observadores, no como
inmigrantes.
Desde el principio, Moshe les dio a los espías una solución a su deseo de recibir para sí mismos: les dijo que miraran todo de la forma en que lo haría un turista. Pero ellos ignoraron esta orden involucraron su ego en la evaluación de la tierra; y esta es la razón de sus reportes fraudulentos.
Desde el principio, Moshe les dio a los espías una solución a su deseo de recibir para sí mismos: les dijo que miraran todo de la forma en que lo haría un turista. Pero ellos ignoraron esta orden involucraron su ego en la evaluación de la tierra; y esta es la razón de sus reportes fraudulentos.
¿Qué estaba en juego desde el punto de vista de estos espías? Su posición de liderazgo en las tribus del desierto, aquí dejarían de serlo o así les pareció a ellos, perderían su puesto, entonces sintieron amenaza de perder algo que sentían como propio, o algo que les daba status, y entonces al enfocarse en sí mismos, perdieron de vista el bien común.
El desapego significa observar nuestra vida como si estuviéramos en una película con actores y escenarios que no están conectados con nosotros de forma primordial. Cuando en realidad vivimos en un lugar y no somos sólo turistas, el deseo de recibir para sí mismo cobra fuerzas y no vemos las cosas sin apego, sino pensando en cómo estos nos afectan y aquello que nos pertenece.
Todos caemos en esa trampa de la consciencia, en mayor o menor medida y este es un gran punto de aprendizaje que debemos incorporar.
Las mentiras más grandes y más dañinas de nuestra vida, generalmente son las que nos decimos a nosotros mismos: "seguro va a cambiar, soy yo la que estoy exagerando", "yo merezco abundancia" (frase de los políticos mientras vacían las arcas de la Nación)", uno no es ninguno", "el corona-virus no existe" y muchas otras versiones que nos contamos a nosotros mismos para decirnos lo que queremos escuchar y lo que preserva nuestra paz mental TEMPORALMENTE.
Hay muchas historias que nos contamos para acomodar las cosas al molde de nuestra conveniencia de ese momento.
El que diga que no se miente a si mismo, no ha estudiado la naturaleza humana, ni es sincero consigo mismo, y lamentablemente tampoco se ayuda a corregir sus zonas ciegas. TODOS CAEMOS.
Ser espiritual en este Mundo incluye saber que la lucha es contra nuestro EGO que nos convence de cosas erróneas, el que lo pierde de vista se des-protege de sus trucos.
¿Tu donde puedes encontrar esos sesgos de consciencia en que caemos TODOS de vez en vez?
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt
Basado en la Biblia Kabbalista editada por El Centro de Kabbalah
Imagen Pinocho de Disney