El Centro de Kabbalah enseña que existe un poder mayor, una fuerza de
energía de compartir infinita que lo único que desea es darnos
bendiciones infinitas y plenitud. Puedes llamar a esta fuerza el
Creador, Dios, el Universo o la Luz, pero como personas espirituales, la
mayoría de nosotros cree en esta idea de un poder mayor que lo único
que anhela de corazón es lo mejor para nosotros. Sin embargo, sin
importar cuánto digamos que creemos, todos nosotros encontramos formas
para manipular nuestro camino por la vida.
Quizás queremos ser
vistos de cierta manera, así que intentamos manipular cierta imagen de
nosotros mismos. Quizás queremos atraer a cierta persona, así que
creamos escenarios en los que nos encontraremos. Quizás queremos ser el
centro de atención, así que intentamos controlar la conversación o
quizás no queremos ser el centro de atención, así que nos escondemos
para no ser vistos.
En la vida, la mayoría de nosotros estamos
tan ocupados intentando obtener lo que queremos que olvidamos preguntar
qué quiere el Creador para nosotros.
Desde el crepúsculo
hasta el amanecer, lo que cada día nos trae es un pedazo de cielo
enviado a nosotros por el Creador. Ya sea una bendición o un desafío,
considéralo un obsequio divino que de alguna manera te guiará a una vida
más plena al simplemente enfrentarlo.
Esta semana, me
gustaría que intentáramos un experimento. Sólo por esta semana, en lugar
de manipular las cosas , intenta dejar que las cosas sucedan. Fluye y
ve a dónde te lleve la situación. Me encantaría que regreses a este post
y comentes diariamente para que me dejes saber a dónde te lleva esta
nueva perspectiva.
Este es el verdadero significado profundo de la frase “Deja ir y permite que Dios entre”.
Siempre estamos exactamente donde necesitamos estar y el Creador siempre nos guiará exactamente a donde necesitamos ir.
Yehuda Berg
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Ayer hablaba con una amiga querida y como nos pasa a todos, ella se preguntaba en voz alta ¿Porqué pasan así las cosas, por qué no pueden ser de otra manera?
La verdad, creo que todos hemos pasado por esa pregunta, y la respuesta la escuchamos y la escuchamos y realmente no la escuchamos (jaja, como dice la gente de Mérida en México, "lo busco lo busco y no lo busco", que quiere decir lo busco lo busco y no lo encuentro jeje).
La respuesta nos la han dicho muchas veces nuestros Maestros, pero si no tenemos aún vasija para asimilarla, tendrá que pasar otro ratito para que nos haga "figura", para que podamos conectar los puntos entre si y entonces descubrir lo que siempre ha estado frente a nuestras propias narices:
Al lugar a donde nos llevan muchas de nuestras oraciones diarias es "Por favor, quiero estar alineado a los deseos que el Creador tiene para de mi". Por favor vuelve a leerla y dite a ti mismo ¿Qué entiendes de esa frase?
Es curioso, muchas veces nos vemos rezando porque el Creador nos cumpla o nos conceda cosas que queremos, sin que nosotros estemos realmente al tanto de la película completa, para el plan infinito que tiene para nosotros...no sabemos ni siquiera si estamos listos aún o no para lo que solicitamos o si hay algo que es aún mejor de lo que nosotros nos podemos imaginar, y por eso es que hablamos de "certeza", como el saber que todo lo que pasa es lo mejor ...
Ya sé, ya sé, creerlo en cierto punto nos es muy complejo, por eso les comento que revisemos el proceso en retrospectiva, porque el sistema con el que trabajan las cosas no cambia, siempre es lo mejor...¡¡Aunque se vea extrañísimo!! o.O
Es como cuando estás armando el rompecabezas y te encuentras con "la piecita imposible", esa que te causa dolor de cabeza de que no le encuentras su sitio pero que si perseveras...de pronto cae perfecto en el lugar en el que todo encuentra sentido...Por favor revisa en ti mismo cuando esto te ha sucedido no en metáfora, en la vida que vives a diario.
Creo que desarrollar confianza en el Creador es una de la tareas más importantes de nuestra aventura espiritual. Lo pequeño entendiendo a lo grande, lo micro a lo macro...pero si es posible...aunque si, nos demanda ser más grandes aún de lo que ya somos, a estar más atentos de lo que ya estamos, y eso debe ser el producto del trabajo diario.
Lo sé, lo sé, es un reto, pero cuando lo logramos captar, nada puede apagar esa chispa de Luz que finalmente vemos que ha estado ahí brillando todo el tiempo para nosotros.
Feliz domingo Querida Comunidad.
Prana Raquel Pascual
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