Martes, 30 de julio de 2013
Algunas veces confundimos el placer con la
felicidad, pero es posible tener una cosa sin la otra.
El placer es una estimulación de los cinco sentidos que viene a partir de personas externas, lugares y cosas. La felicidad es algo que existe dentro de ti. Es una energía celestial que nadie puede quitarte a menos que se lo permitas.
La única ilusión que debemos superar para encontrar la felicidad es aquélla que nos convence de que la alegría se origina en fuentes externas.
El placer es una estimulación de los cinco sentidos que viene a partir de personas externas, lugares y cosas. La felicidad es algo que existe dentro de ti. Es una energía celestial que nadie puede quitarte a menos que se lo permitas.
La única ilusión que debemos superar para encontrar la felicidad es aquélla que nos convence de que la alegría se origina en fuentes externas.
Yehuda Berg
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Tratando de no irme por la libre, sino conectar con los Maestros, leo un material impartido por Michael Berg quien nos explica:
"¿Cómo
podemos saber a que nos estamos conectándonos? Toda realidad esta disponible en
blanco y negro.
¿Cómo saber
que estamos haciendo las decisiones correctas?
Rav Ashlag
nos dice que como es que podemos saber que estamos haciendo la decisión
correcta:
Hay una sola clave de estar en el camino correcto o incorrecto, hay solo
una manera de saber que es una gran prueba:
Lo que es
verdad del lado negativo es que no tiene continuidad. El que sigue el camino del
lado del Creador tiene continuidad, el negativo no da frutos, no tiene continuidad y va a ser bloqueado completamente.
Si
simplemente nos preguntamos si estoy haciendo la conexión si estoy haciendo
actos que me conecten esa no es la verdadera pregunta que nos dirá si estamos conectados
Las
elecciones que se conecten con el deseo
verán el fruto y esa es la única manera de ver que esa elección fue la
correcta.
La única señal es si siento internamente que mis bendiciones están creciendo."
Sé que lo que les estoy diciendo, tiene un grado fuerte de reto, porque se nos interpone una confusión entre placer y felicidad...pero es cosa de observar la posibilidad que da una de conexión con continuidad...
Y no es que el placer esté mal o bien, más bien depende si está respondiendo al deseo de recibir para sí mismo o al deseo de recibir para compartir.
Para sí mismo, habitualmente está destinado a tener un fin más o menos pronto y evidente.
Lo sé lo sé...no es tan fácil...pero podemos ir aprendiendo =)
feliz día
Prana Raquel Pascual