Jueves, 13 de junio de 2013
Lo tenemos al revés. Pensamos que cuando
vencemos una dificultad, entonces seremos felices, pero es la felicidad en sí la
que nos libera del caos.
La felicidad es ser capaces de bailar a través
de los tiempos difíciles y aprender qué tienen estos para enseñarnos.
Yehuda Berg
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Hace unos días, presenté un trabajo acerca de co-dependencia ¡Y me encontré que se trata de algo tan fácil de que suceda!
Habla de varios tipos de condición pero encontré esta definición:
Sea
cual sea el problema que tenga la otra persona (la persona de quien se co-depende), la co-dependencia implica un
sistema habitual de pensar, de sentir y de comportarse hacia uno mismo y hacia
los demás que causa DOLOR. Las conductas y hábitos
co-dependientes son AUTODESTRUCTIVAS; Las mismas imposibilitan
encontrar la paz y la serenidad con la persona mas importante en nuestra vida: UNO
MISMO
Algunas maneras en que se comporta alguien que puede "casar" con esta definición:
}Exagerado sentido de la responsabilidad por las acciones de
otros
}Tendencia a confundir el amor y la compasión, con la tendencia rescatar
}Una tendencia a hacer más de su parte, todo el tiempo
}Una tendencia a ser herido cuando las personas no reconocen sus esfuerzos
}Hacen cualquier cosa para mantenerse en una relación, para evitar la
sensación de abandono
}Una extrema necesidad de aprobación y reconocimiento
}Un sentimiento de culpa cuando se afirman
}Una necesidad
imperiosa de controlar a los demás
}La falta
de confianza en sí mismo y / o
para otros
}El miedo
a ser abandonado o
quedarse solo
}Dificultad para identificar sentimientos
}Rigidez / dificultad para adaptarse al cambio
}Problemas con la intimidad / límites
}Ira crónica
}Pobre comunicación
}Dificultad para tomar decisiones
Se me hizo muy interesante porque me parece que de vez en vez al menos, de vez en cuando, todos caemos en pautas que nos hacen afines al dolor o a conductas que no son constructivas (para no aseverar que destructivas) y me doy cuenta cuán dependientes somos de otros para nuestra propia felicidad.
Y una cosa es estar en comunidad, amar al prójimo, pero ¿De verdad necesitamos "ceder nuestro poder" a algo que no sea nuestra propia Alma para ser feliz?
Y sin querer teorizar demasiado pienso en qué tanto nos apreciamos a nosotros mismos y que tanto ponemos nuestro valor fuera de nosotros, para que sea el mundo el que me asigne la valía...¿¿De verdad?? ¿Alguien que está afuera es el que me da el valor?
Como lo hemos dicho, si, el otro nos da gran sentido, pero ¿De verdad alguien vale por el valor que otro le asigna?
Me parece que "un otro" ayuda, pero que no debiera ser el factor más importante.
Tienes un valor intrínseco...si no logras ver el tesoro de tu Alma quizás si, los demás puedan ignorarlo...pero si puedes, tus condiciones de felicidad serán claramente mucho más posibles que alguien que vive dependiente de la opinión de otros para ver si se puede permitir ser feliz o no.
Esta vez no me remití a la Torah, pero a fin de cuentas siempre con ella, no hay tema que le sea ajeno. Pero si, traigo de la valoración propia a este comentario porque sin ver la chispa del Creador que hay en ti, difícilmente podrás asimilar la grandeza de tu existencia y toda la felicidad a la que puedes tener acceso con esa sencilla comprensión profunda.
Feliz día Querida Comunidad
Prana Raquel Pascual
Imagen de el Nombre de Di-os de Autoestima.
La info de co-dependencia la obtuve de dos páginas
http://gamma1950.wordpress.com/