Martes, 26 de noviembre de 2012
El ego no es tu verdadero ser. Tu verdadero ser es tu alma, la cual, como la Luz, sólo quiere compartir infinitamente.
El ego y sus deseos egoístas no son realmente nuestros.
Podemos pensar: “quiero mi dinero”, o “quiero mi alma gemela”, o “quiero este trabajo”, o “quiero entender por qué está ocurriendo esto”, o “¡quiero una respuesta!”.
Pero tu verdadero ser, tu alma, realmente sólo quiere compartir.
El ego y sus deseos egoístas no son realmente nuestros.
Podemos pensar: “quiero mi dinero”, o “quiero mi alma gemela”, o “quiero este trabajo”, o “quiero entender por qué está ocurriendo esto”, o “¡quiero una respuesta!”.
Pero tu verdadero ser, tu alma, realmente sólo quiere compartir.
Yehuda Berg
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Cuando era niña (y todavía) me gustaban mucho los cuentos estilo los Hermanos Grimm, Charles Perrault, Hans Christian Andersen.
En las versiones en que los leía (solía ser Porrúa Editores), no habían dibujos, y no les suavizaban la versión, es decir, no estaban "editados" para niños, sino que respetaban punto y coma la obra del autor que no solía omitir la crueldad y la violencia, aunque tampoco el esplendor y la descriptiva riquísima de los entornos.
Cuando llegué a leer varios, me llamó mucho la atención que un mecanismo común de funcionamiento de la fórmula de estas historias, era "ser y tener", es decir nacer noble de un Rey y una Reina, "dejar de tener", encontrarse desde joven con obstáculos considerables, gente malvada y envidiosa que acechaba contra de ellos para quitarles el poder, la riqueza y el amor, y que para ello los exiliaba o los confinaba a calabozos; después, encontrar algunas ayudas, personajes extraordinarios o alguna alma caritativa que les permitía salir a la búsqueda en el camino para recuperar su identidad perdida, y luego de varias penurias, encontrarse nuevamente en el Reino, nombrado con un título, gente amada alrededor, riquezas y seguramente siempre, con el amor verdadero. =)
Me gustaban estas historias porque habitualmente probaban las virtudes más altas de estos personajes aún frente a las vicisitudes, y con ello solían ir encontrando "regalos mágicos" en el camino, que les permitirían en su justo momento, tener el poder de liberar alguna situación o ganar alguna batalla. Siempre encontraban lo exacto que necesitarían en su ruta...eso me maravillaba =)
Casi siempre, la obtención de una perla mágica, o un saco extraordinario que proveía de todo, sin tener fin en su fondo, tenía que ver con demostrar ser capaz de realizar acciones de compartir, para lo cual, solía haber la aparición de alguna viejecita, algún ciervo herido, algun ave perseguida por un águila, algún pez atrapado en una red, a quien el personaje principal salvaba, tomándose el tiempo de ver por otros, aún estando él en su propio exilio, deteniéndose a compartir y ver por la salvación de otros en desgracia.
Creo que son historias míticas y por ello entrañables, pero creo que además esas grandes historias gustan, porque resuenan a nuestra Alma en su propia travesía, porque se parecen a su propia trayectoria.
En este mundo nosotros estamos en el exilio. Hay días que lo notamos más que otros, pero estamos en un mundo que está bajo las garras del deseo de recibir sólo para nosotros mismos.
Desde que nacemos, el ángel de la muerte nos espera cuando somos dados a Luz y nos adopta. Antes que nuestra intención de compartir aparezca, nuestro deseo egoista está ya instalado, pero la vida, es una travesía en que el Alma, va encontrando que su manera de regresar a sus bodas divinas, es a través de ver por otros, de ocuparse de los demás, de compartir y hacer el bien en su camino, mismo que siempre --no importando cuantas tribulaciones, tormentas y ataques pudiera tener-- siempre conducen al amanecer de un nuevo día en que la Luz de su ser es vuelto a reconocer, sus harapos son cambiados por sedas, y la bondad, vuelve a reinar en la Tierra.
Estas historias pertenecen a la mitología, pero ojo, tenemos mal entendida la palabra "mito", pensamos que es un sinónimo de "mentira", pero en realidad, los mitos representan las grandes verdades del Alma humana, por eso al ver los arquetipos de estas historias, de inmediato podemos sentirnos atemorizados o atraídos, porque el dialogo en realidad, es con ese murmullo de la Luz, llamándonos a nuestra verdadera misión.
Ser los hijos de la Luz, regresar su maravilla y milagros al Reino. Pero sólo a través de cambiar nuestra naturaleza con las pruebas que nos encontramos podemos llegar a ese momento de gracia. =)
Ayer tuvimos la oportunidad de escuchar a Michael Berg...es maravilloso. Y hacía mucho que no tenía el placer de escuchar las historias de Baal Shem Tov, el Maestro de la Buena Palabra.
El también atraía al Alma con historias. Me maravilla.
Ya les volveré a contar algunas de las historias que mis Maestros me han compartido y que recordé. Nuevamente me resonaron en el Alma como tintineo de campanas para despertar el deseo verdadero.
Nosotros somos ese héroe en el camino. Así es y así ha sido. Para regresar a Nuestra Casa de Luz necesitamos aprender las lecciones de compartir que haya en la ruta, esas que pongan a prueba nuestra naturaleza real. Maljut es el Reino a reconquistar. =)
¿Estás listo?
¡¡Emprendamos el viaje con nuevos bríos!! =)
Feliz día Querida Comunidad del Blog.
Prana Pascual
Imagen Edmund Dulac, Gerda and the Reindeer http://www.artsycraftsy.com/dulac/dulac_gerda.html