Del 21 al 27 de octubre de 2012
Es la naturaleza humana permanecer donde estamos, continuar haciendo lo que siempre hemos hecho o imitar lo que nuestros amigos y nuestra familia hace, ya sea ir al mismo restaurante en lugar de probar algo nuevo o asistir a la fiesta sólo porque todos los demás irán; este espacio es nuestra zona de comodidad.
Nuestra zona de comodidad incluso puede aplicarse en el área de nuestra espiritualidad. A menudo escogemos un camino espiritual porque es una corriente popular a seguir, una moda pasajera que todos nuestros amigos están probando. Pero la espiritualidad no se trata sobre conformarnos con lo que todos los demás están haciendo para sentirnos aceptados.
Embarcarse en un estilo de vida espiritual es embarcarse en un camino de cambio interno, un camino que requiere que nos sintamos incómodos para que podamos conectar con nuestro mayor potencial y con la Luz que viene del interior.
Liberarnos de la vida con la que nos sentimos familiarizados es muy difícil y vencer tal dificultad es exactamente la razón por la cual tanta Luz puede ser revelada a partir de ello. Por supuesto que no podemos esperar volvernos una persona completamente diferente en un día pero podemos estar conscientes de la necesidad de dar pasos diarios hacia el cambio.
Esta semana, intenta cosas nuevas. Acércate a un extraño que pienses que sería la última persona de quien te harías amigo e intenta conectar con él/ella.
Como mi padre, el Rav, me enseñó y como enseñamos nosotros en el Centro de Kabbalah: En el momento preciso en que una persona escoge salir de su zona de comodidad, La Luz del Creador se conecta con él o ella.
Cuando nos liberamos de nuestra zona de comodidad nos liberamos de nuestras limitaciones y nos adentramos en el espacio de Luz y posibilidades infinitas.
Todo lo mejor,
Yehuda
Nuestra zona de comodidad incluso puede aplicarse en el área de nuestra espiritualidad. A menudo escogemos un camino espiritual porque es una corriente popular a seguir, una moda pasajera que todos nuestros amigos están probando. Pero la espiritualidad no se trata sobre conformarnos con lo que todos los demás están haciendo para sentirnos aceptados.
Embarcarse en un estilo de vida espiritual es embarcarse en un camino de cambio interno, un camino que requiere que nos sintamos incómodos para que podamos conectar con nuestro mayor potencial y con la Luz que viene del interior.
Liberarnos de la vida con la que nos sentimos familiarizados es muy difícil y vencer tal dificultad es exactamente la razón por la cual tanta Luz puede ser revelada a partir de ello. Por supuesto que no podemos esperar volvernos una persona completamente diferente en un día pero podemos estar conscientes de la necesidad de dar pasos diarios hacia el cambio.
Esta semana, intenta cosas nuevas. Acércate a un extraño que pienses que sería la última persona de quien te harías amigo e intenta conectar con él/ella.
Como mi padre, el Rav, me enseñó y como enseñamos nosotros en el Centro de Kabbalah: En el momento preciso en que una persona escoge salir de su zona de comodidad, La Luz del Creador se conecta con él o ella.
Cuando nos liberamos de nuestra zona de comodidad nos liberamos de nuestras limitaciones y nos adentramos en el espacio de Luz y posibilidades infinitas.
Todo lo mejor,
Yehuda
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Hay una gran paradoja que me fue especialmente evidente con el estudio de Kabbalah: Ser libre no es hacer lo que quieres, sino elegir hacer lo que debes.
No hay una manera más fácil de perder la posibilidad de libertad que cuando divagas en el regodearte en no hacer lo que sabes que te toca y haces desidia ¿Porqué?
Bueno, la mayor parte de las veces el estar cómodo significa dedicarse a estar todo el día pensando en uno mismo, después en uno mismo y posteriormente en uno mismo. Es una materia que para el ego no se agota, no tiene fin. Siempre habrá alguna pequeña o gran preocupación de ti mismo que te consuma el combustible que podrías usar para algo mejor y menos reiterativo.
Pero uno piensa que ser libre es ver la TV a la hora que se quiere, despertarse hasta que la osamenta duele de tanto estar en horizontal, no hacer nada de provecho.
La verdad es que todos tenemos la prueba fehaciente de que eso sólo nos cansa más. No hay nada que te drene tanto la energía como no renovarla con más generación de ella.
Nos recordaba Ariel ayer de la historia del maná que caía del cielo durante la caminata de los israelitas en el desierto. Si tenían certeza, el maná caía cada día, justo enfrente de su tienda, pero quien trataba de acumularlo, veía como este se le echaba a perder, y como al día siguiente caía lejos donde era necesario caminar por él. Y en realidad de lo que estamos hablando es de ese esfuerzo que cuesta tener certeza, versus esta sensación de que te vas a ahorrar algo cuando en realidad, gastas la energía en infiernitos =)
No hacer lo que te toca cuando te toca, sólo es bueno para sacarte del riel del orden que luego entonces te inserta en el universo del caos.
Si lo "a", no se ha acabado, es difícl entonces que se produzca "b", y asímismo "c"...y todo se tergiversa. Por eso verás que todo en Kabbalah es organizar con el orden del Alef Bet (el alfabeto). Hay un orden establecido, puedes seguirlo o no, pero eso sólo hace tortuoso tu camino, o sencillo. Es así de fácil. Pagas tu indisciplina con mayor esfuerzo para retomar la ruta del orden, pero eso si, tuviste un instante de sentirte el rebelde sin causa.
Piensalo con ejemplos: si pierdes el orden de la alimentación balanceada, después recuperar el peso ideal es una cuesta arriba. Perder la disciplina de trabajar y terminar cada día lo que te toca, te pone a correr los siguientes días, te enemista con otros, no tienes ancho de banda para responder a lo nuevo que viene en el siguiente día etc. Cuando no estudias el día que toca lo que falta, pierdes ya esa pieza de informacón porque ya tienes encima la que sigue. pero eso sí, estuviste papaloteando en otras tonteras que te sacaron del riel.
Recordemos esto que es un diamante de información: Todo el libro de Beresheet es la consciencia superior, la semilla, el Keter. Todo lo que estudiemos estas porciones, buscan decirnos justamente cual es el mapa de la consciencia básica para después desarrollarlo en nuestras propias vidas en los siguientes libros.
Esta semana recorreremos parte de la historia de Abraham, la colúmna central del Árbol de la Vida y de cómo fue su ruta de espiritualidad que abrió el canal de Luz de Misericordia para el mundo. Su característica era siemper estar atento a las necesidades de los demás, siempre estar activo, nunca sentarse a ver quien lo atendía a él, siempre buscar salirse de su zona de confort y eso lo veremos en esta porción llamada Lej Lejá, misma que comienza con: "Deja tu país, deja a tu gente, deja la casa de tu padre y ve hacia la tierra que yo te mostraré". (Génesis 12:1).
Esta fue la instrucción de Di-os hacia Abram (en ese momento aún sin "h" en su nombre), que justo se refería a sal de tu zona de confort conocida y lo puso dentro de un viaje tanto físico, como dentro de su jornada interior.
Así nosotros. Pocas definiciones son tan importantes de cuestionarnos y replantearnos: La Libertad no es un estado cómodo. Si. Cuesta trabajo, y muy probablemente si "cuesta trabajo", eso porque esa es la ruta que hay que seguir. =)
Feliz inicio de camino Comunidad. =) ¡Lej Lejá!
Prana Pascual
Info basada en la Biblia Kabbalísta editada por Yehuda Berg
Foto encontrada en http://tomadeconsciencia.com/2012/03/abuelo-te-devuelvo-tu-creencia/