MARTES, 31 DE AGOSTO DE 2010
Cuando estemos listos para deshacernos de nuestros deseos más oscuros, nuestra depresión y pensamientos limitados, nos desharemos de ellos. Pero no ocurrirá en un abrir y cerrar de ojos. Hay un proceso.
Hoy, sé paciente contigo mismo si no estás donde quieres estar. Recuerda: hay un proceso.
Yehuda Berg
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Aprender es un proceso, pero lo que me doy cuenta es que "Des-aprender", implica dos; uno en soltar las ideas y conceptos que deben quedar en modo de contención y la adquisición de la nueva mentalidad, la nueva emotividad, la nueva conducta.
Así lo veo ahora que estoy de vuelta convertida en aprendiz. No aprendiz novel, no alumna sin conceptos, no una vasija vacía; una con multitud de sus propias adquisiciones del pasado, que en algunos casos, sigo viendo como perlas preciosas...por eso no use la palabra desechar sino contener. Guardar o administrar para cuando sea práctico nuevamente, pero ahora con una gama más rica en la paleta...y quizás si si, alguna que otra cosilla que si deba botar sin contemplación. =)
Sentarse a cultivar la humildad de no ser aún la autoridad, de no ser quien marque la pauta, de saber escuchar tratando de no poner cara de puchero. No es tan fácil, pero como le comento a una amiga que me está ayudando en el proceso "Si tu no ligas tus dificultades a un aprendizaje espiritual, entonces llegarás pronto a odiarlas"...Si en cambio, logras ver que tener de vuelta un camino nuevo enfrente, es una manera de volverte mejor de lo que eras, de que te vuelva a doler aprender pero que eso te ampliará el horizonte, entonces estás abrazando a la vida. No está fácil pero eso es.
¡Aplica a tantas cosas! Una nueva persona en tu vida es un nuevo proceso, es la oportunidad de no estar en tu conducta robótica de "ya se dominarlo". Volver a estar solo, cambiar de ciudad, elegir algo distinto, viajar sin itinerario fijo, aplicarte a una disciplina a la que habías rehuido porque ahora sientes la fuerza y la utilidad. Luchar por quedarte como nunca antes lo habías hecho, decidir por fin defender tus derechos, esforzarte para merecer como no lo hacías antes, acicalarte aunque te quite más tiempo de sueño porque ahora quieres verte mejor, iniciar la escritura de un libro, empezar un negocio, continuar en el viejo apreciándolo como nuevo =) Soltar tu adicción a sufrir y valorar el tiempo que tienes...Uf ¡Tantos comienzos!
Antes de empezar esta ruta nueva, comisioné estratégicamente a alguien, una persona secreta, a que --el día que se me diera empezar a quejarme de "¿¿Para que se me ocurrió cambiarme??" me recordara una frase que yo misma le dicté, una de las tres que saqué quizás del viejo cajón de cositas miles que dejé en aquella oficina:
1) "Esto es una aventura" y le pedí que no me dejara amargarme de lágrimas desmemoriadas de la alegría que fue el día que finalmente pude dar el salto.
2) "Esta no es la última decisión importante en mi vida"
Y una frase que me acompaña desde ya hace unos años:
3) "Quiero mi nueva oportunidad".
Ese es un secreto de la espiritualidad, está escrito en la oración de la Shemá "en el permanecer es sus casas, y en el andar del camino" (Deuteronomio 6:7). Una vez que te has embarcado en un camino espiritual, podemos llegar a pensar que a veces somos espirituales y otras veces no. Este verso a lo que se refiere es que --en el sentido más profundo--, cada momento de nuestras vidas es espiritual, ya sea "en el permanecer es sus casas o en el andar del camino".
¿Has elegido ser espiritual? En tu hogar o en el camino, cuando lo decidiste, ¡¡Decidiste amar al proceso !! ; )
Feliz martes
Prana Pascual
Texto de Shema: Biblia Kabbalista, Deuteronomio. Kabbalah Publishing
Imagen: Boceto de "Cabeza de una musa"