¿Qué estabas haciendo antes de abrir este correo? ¿Cómo estaba esa acción ayudando a alguien más?
Una pregunta fuerte. Pero si verdaderamente entendiste de qué se trata la Kabbalah –de aceptar la responsabilidad de ser un canal de la Luz– entonces sólo estarías pensando en cómo compartir y ocuparte de los demás. Si estamos aquí en la Tierra, esto significa que en algún lugar de un mundo muy, muy lejano, firmamos un contrato, le juramos a la Luz que haríamos este trabajo.
En realidad, ninguno de nosotros está en ese nivel. Es por ello que necesitamos recordarnos unos a otros a qué vinimos a este mundo. Hoy tenemos la oportunidad de reafirmar ese juramento que le hicimos a la Luz. Llevamos muchas vidas en eso. No vamos a renunciar ahora.
Yehuda Berg
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Cada semana lo sepas o no, estamos todos siguiendo la ruta de la Torah. Realmente es muy positivo estudiarla porque de pronto circunstancias que te parecen desconectadas o que se ven abruptas en tu vida, son el reto de la semana.
Fué en el tiempo de Moisés cuando la Luz nos iba a se entregada en su totalidad. Ibamos a completar espiritualmente el mérito de recibir toda la sabiduría y el mundo infinito, más sin embargo, no fuimos capaces como grupo de almas, de tolerar el proceso, de llegar hasta el final con el ¿Qué sucedió entonces? Pues básicamente que horas antes de lograrlo, los hombres decidieron desesperarse y crear el Becerro de Oro. Pusieron lo más valioso de sí mismos, su certeza, su compromiso con la Luz, el oro de su corazón, por tener una figura robótica a la cual seguir y consultar. Un ídolo. limitado y sin conexión.
Quizás si no estás muy familiarizado con el estudio del código puedas pensar que eso no tienen nada que ver con tu propia vida, pero observa de nuevo. Muchas veces hemos abandonado un proceso a medias porque se estaba poniéndo muy demandante, porque dolía, porque teniamos miedo o simplemente pereza. Cuantas veces no dejaste un estudio por desidia, o un proyecto, o un contrato que hiciste en algún momento -no en esta tierra quizás- de amar a alguien y acompañarlo...quizás porque se enfermó, porque te retaba mucho, porque no era tan divertido como al principio y te ligaste a algún ídolo: el exceso de trabajo, alguna adicción o cualquier otro divertimento que te hace desconectarte.
Cuando se perdió el mérito recibimos la sabiduría en fragmentos, cada siete días una parte nos sería entregada hasta completar el proceso y deberiamos andar una vez más el camino. Pero no sólos, con la Biblia (Torah) acompañándonos.
Conoce tu brújula. Aliviará el peso de tu carga, porque comprenderás porque la llevas a cuestas.
Esta semana estaremos trabajando el tiempo en que Esau vuelve a encontrarse frente a frente a su hermano Jacob cuando este le manda Ángeles a buscarlo después de años de huir de él. Nos enfrenta al odio y a la posibilidad del perdón en nuestras vidas.
Tenemos un contrato lo recordemos o no: Salir del exilio del Alma y regresar a la Luz. Todos.
Sigue trabajando. Feliz lunes.
Prana Pascual