Noé envió un cuervo y una paloma para ver si era seguro
abandonar el arca. El cuervo voló al exterior y anidó en algún lugar, pero la
Paloma volvió con una hoja de olivo.
El cuervo representa nuestra naturaleza egoísta y la Paloma
representa la lealtad.
De la Paloma Noé recibió la señal que necesitaba para saber
que el agua había remitido lo suficiente para que todas las criaturas
desembarcaran. Esta acción habla de la importancia de buscar señales en nuestra
vida, sean pájaros u otros mensajeros que pueden proporcionarnos guía, sin
embargo, para percibir estas señales debemos estar abiertos a los pequeños y
aparentemente insignificantes signos que puedan aparecer en nuestros días. Di.os
utiliza cualquier anomalía en nuestras vidas para llamar nuestra atención de
manera que escuchemos el mensaje divino que nos envía.
¿Estás abierto a las señales?
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach
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Basado en la Biblia Kabbalista itálicas
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