La porción Behaalotjá nos dice que todas las cosas en este
mundo tienen un ropaje externo y si las personas no buscan ver más allá de las
apariencias, serán consideradas ignorantes.
Esta porción nos explica de que estos son
códigos nos asisten en nuestro trabajo espiritual, que debemos pedirle al
Creador el mérito ver la Luz en todo y en todos.
Tengo un ejemplo sencillo de cómo hago yo para ver la vida reflejada en los espejos del Mundo, procurando aprender de la vida sin necesariamente ser impactada por ella, cuando las cosas no son seguras de ver de manera directa o "en cabeza propia" como le llaman, como por ejemplo el funcionamiento del mundo de los microorganismos.
En estos días en que nos cuesta trabajo ver como se multiplican y funcionan es estos seres pero que sabemos que están haciendo un caos, les contaré que en los tiempos libres para cocinar, decidimos hacer unos betabeles encurtidos. Pensamos son muy pocos y los comeremos rápido así que nos evitamos el paso de HERVIR EL FRASCO en que los íbamos a poner. Las verduras si estaban bien hervidas y se pusieron en vinagre el cual se pensaría es un preservador por sí mismo.
El gusto de los encurtidos duró probablemente unos cuatro o cinco días en los que parecía que todo estaba en orden. En la sexta mañana estaban completamente cubiertos de colonias de bacterias.
Para mi, amén de lamentar la pérdida de los deliciosos encurtidos, me sirvió con un extraordinario ejemplo de lo que pasa con un virus (que es otro tipo de microorganismo pero que tienen la misma facultad de reproducción velocísima e imparable si no hay algo que los detenga, como una vacuna) como el que enfrentamos en esta época CUANDO NO TOMAS LAS PRECAUCIONES NECESARIAS. En pensamiento perezoso, no quieres darte cuenta de lo persistentes que son, de lo veloces y voraces que son estos microorganismos invisibles a simple vista, un día no hay más que unos cuantos y al otro ya tienen a todos los ejércitos posibles desplegados y en constante e imparable reproducción.
Para mi, verlo afuera, fue entender cómo es adentro y comprender que no puedes minimizarlos ni menospreciar su poder.
Recuerdo que al inicio de esta emergencia sanitaria escuché a un hombre expresar: solo hay cuatro casos en México, sería una súper lotería que te tocara a ti. Guardé silencio porque no era alguien de mi confianza, sino alguien que me acababan de presentar en una reunión, pero me quedé callada porque pensé, este buen hombre no sabe que de la multiplicación geométrica con la que se expanden los virus, así como que en el mundo de las probabilidades, todo mundo tiene un boleto potencial.
Si puedes aprender de los espejos del mundo, no tendrás que pasar por todos y cada uno de los dolores posibles.
La Torah es un enorme espejo que nos muestra en códigos las muchas cosas que podamos evitarnos o aprender por extrapolación, pero hay que comprender que los mecanismos del mundo no son infinitos, y por eso se puede hacer ciencia y modelos matemáticos, y prever cómo funcionan los planetas y de ello extrapolar las miles de posibilidades de aplicación en la vida humana.
La famosa Ley de cómo es arriba es abajo y como es afuera es adentro está reflejada en nuestro estudio espiritual, si la logramos aplicar con inteligencia espiritual, podremos tener una consciencia más despierta para todos los retos de nuestra vida.
P.D. ¿Alguna vez has tenido tíbicos en tu casa? Ahí puedes observar el mundo de este Reino de la naturaleza y espantarte de su velocidad y persistencia. CUÍDATE y CUIDA A OTROS, no menosprecies su poder.
Feliz día Comunidad
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
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