Miércoles 19 de noviembre de 2014
Acercándose al Creador
Consciencia diaria por Karen Berg
Para el Kabbalista, la regla de oro no es simplemente "ama a tu prójimo como a ti mismo", pero, más aún, a "amar a tu prójimo como a ti mismo, cuando es difícil." Es sólo cuando nos es difícil amar que quitamos las capas de negatividad que nos separan de la Luz del Creador.
Este es nuestro reto y nuestro poder: para extender la tolerancia a los que son diferentes a nosotros, no porque somos "gente buena" o es lo que hay que hacer, sino porque al hacerlo nos lleva más cerca de alcanzar nuestro potencial y revelar la chispa del Creador que existe dentro de todos y cada uno de nosotros.
Karen Berg
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Y hay un término que es complejísimo...Todos somos UNO, lo cual lo lleva casi completamente al territorio de lo teórico en nuestras mentes, lo afirmamos, pero en algún momento de nuestro entendimiento, nos es más complicado asimilarlo así que pensando que es por un bien para mi mismo puede ser una manera de abordarlo, y sin embargo, la totalidad está formada --perdón por la redundancia-- por todos...si caray, por todos. Todos los aspectos de la humanidad, todo el espectro de las posibilidades está representado de alguna manera en la gama de lo humano.
Pero eso si, cada uno estamos en un lugar donde lidiamos específicamente con ciertas pruebas que parecen repetirse ad infinitum si no somos capaces de identificarlas y darles cauce, volar por encima de ellas y subir de nivel donde la turbulencia no sea tan intensa...o al menos sea otra =)
Me preguntaba alguien a quien estimo mucho ¿Y la empatía? ¿Donde queda en este punto la empatía? Voy a responder desde mi experiencia, no desde el marco teórico que podemos encontrar con la descripción de "ponerse en los zapatos de otro"...aunque eso indica algo clave: Debes estar lo suficientemente cerca de alguien para poder aspirar a tratar de sentir donde sus pies se posan...
Lo discutiamos en mi escuela de Gestalt, la empatía absoluta es imposible porque no dejas de ser tu mismo, pero si esa aproximación que da el "epoché", saber que siempre por la condición humana tienes juicio, pero tratar de saberlo, reconocerlo y hacer un sincero intento de poner entre paréntesis ese juicio para tratar de entender desde donde está actuando la otra persona...lo que me parece que es permitirse la voluntad de acercarse, permitirse el contacto con el otro que es mucho más allá que en el pedestal de simplemente "no te entiendo".
Si, demanda una voluntad, una dirección de nuestra energía mucho más allá del impulso inmediato de acción. Lo mejor de nosotros no es solo lo espontáneo, la simpatía gratuita, sino el sincero deseo de comprender al otro desde una postura humanista, partiendo desde la posición básica de que cada quien ha hecho lo mejor que ha podido en el momento específico con los elementos que a tenido a la mano...quizás ya no es funcional, pero en su momento todos hemos resuelto la vida como hemos podido.
Y si, podrás decir "pues hizo poco", pero creo que cualquiera podemos decir eso de los demás si efectivamente no nos empujamos a ver más de cerca el motor de cada uno, lo obvio es que también lo pueden decir de nosotros, y ahí duele...es una camino de dos vías. Es difícil esperar comprensión sin estar dispuesto a ejercerla. Cada uno de nosotros somos sujetos a gozar (o no) de empatía.
Y bueno, regresando al tema que es el eje de nuestra conevrsación diaria, un creencia que en algún momento se me diluyó acerca de mi conocimiento bíblico de la historia de esta semana, me lo brindó Ariel en una de sus clases: Esau era una especie de héroe en su tiempo...a simple vista el que iba hacia afuera con amigos, que le gustaba estar con gente, Jacob su gemelo, era más bien callado, silencioso, estudioso a quien lo le gustaba confrontar... ¿Qué Esau no era simplemente el malo y Jacob el bueno?
Si hubiera sido así de simple no habría mérito en la historia =)
Me es interesante pensar que hubieramos tenido la oportunidad de verlos s simple vista a ambos, sin sabernos la historia...¿A quien hubieramos preferido?
Quizás sin darnos tiempo de nada, a Esau, quizás hubieramos votado por él en las elecciones como nos puede pasar en estos tiempos, quizás hubieramos admirado su fuerza y su coraje, quizás le hubieramos visto su rojiza cabellera y hubieramos visto en el un magneto de atracción inmediata...
¿Y qué pasa entonces?
El que estuvo retado a sobrevolar sus características naturales, quien tuvo que retar todas sus tendencias de conducta y de funcionamiento, fue Jacob, y fue él quien a través de la restricción de su naturaleza primaria pudo abrir el canal del balance para el mundo entero...
El juicio es útil en medida, pero ciertamente si todo el tiempo hacemos resoluciones veloces en nuestra cabeza de lo que si y de lo que no, podemos peder elementos importantes de apreciación de los procesos humanos...
Esta semana es de balance entre ambas capacidades, nada es totalmente blanco ni totalmente negro...baja la velocidad del juicio y observa con vasija las características de lo que está ocurriéndote y de la gente que te rodea...todo y todos tienen luz...¿La puedes identificar? No es accidente que nada de ello esté ahora a tu alrededor.
Hay trabajo por hacer Comunidad.
Prana Raquel Pascual
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