MARTES 24 DE JUNIO DE 2008. Rav Akivá, el maestro de Rav Shimón (autor del sagrado Zóhar), tenía cuarenta años de edad cuando empezó a estudiar los secretos de la Kabbalah. Él pensaba que no podía hacerlo después de haber vivido de forma tan diferente por todos esos años.
Un día pasó por un arroyo y notó un hueco dentro de una roca causado por las pequeñas gotas de agua cayendo por años. Raquel, su esposa, lo animó: "Si le tomó tantos años a la roca formar un hueco, es una señal de que a todos nos tomará mucho tiempo cambiar y dejar que entre la Luz", le explicó ella. Imagina si él no hubiese aprendido esta lección.
Imagina el mundo sin las enseñanzas de Rav Shimón. Imagina el mundo sin la Luz del Zóhar. No habría nada que imaginar ya que este mundo hubiese dejado de existir.
Sólo dos palabras para ti hoy: ¡PUEDES HACERLO!
Yehuda Berg
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foto: turyciclo.com/wp-content/3-montana.JPG
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Muchas veces he llegado a bromear diciendo que a la mayoría de los que ahora estamos estudiando Kabbalah nos llegó el manual de la vida con un poco de retraso, que si lo hubieramos tenido antes "otro gallo nos cantaría". Pero es broma, porque creo que nada llega realmente fuera de momento. Para nuestra interpretación o nuestra percepción humana quizás pensemos que si, pero en realidad no es así para nuestra alma.
Como esa frase que decía "Alfredo" el personaje de Cinema Paradiso que después del incendio del cine y haberse quedado ciego, años después conoce la cinta cinematográfica in-flamable..."El progreso siempre llega tarde" dijo. Pero en realidad el mismo se dió cuenta que para su caso, el empezó a ver con más claridad al no ver ya directamente con sus ojos.
Así que hoy me metí también a ver algo de la vida de Rav Akiva. A los cuarenta años empezó a estudiar porque era hijo de un campesino que no le había podido dar esos estudios, entonces le tocó empezar a estudiar junto con su hijo y en la escuela para niños (quizás eso podría demoler un poco el ego de cualquiera, y eso me parace muy meritorio), pero a final de cuentas el quince años después hizo el trabajo monumental de reorganizar las Leyes de la Torah, estableció una academia de estudios permanentes y muchas otras obras. De acuerdo al site que consulté dice textualmente:
"Los Sabios relatan que Rabi Akiva innovó la Torá aún de los puntos y de las letras y derivó montañas de enseñanzas de ellas. tenía la habilidad de tomar a cada judío pequeño y convertirlo en una montaña, en un nuevo mundo para si mismo. El era capaz de hacer esto por otro porque él lo hizo primero con la materia prima de su propio ser." (extraido textualmente del blog oreinsof.blogspot.com cuyo autor es Armando Velázquez a quien no tengo el gusto de conocer más que por su publicación en internet).
Así que bueno, seguramente no estamos recibiendo la oportunidad ni tarde ni pronto, porque sólo podríamos pensar que "tarde" sería no empezar nunca a trabajar en nuestro propio acercamiento a la Luz.
Con mucho cariño.
Prana Pascual
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