Viernes, 6 de noviembre de 2015
Aunque es importante fijarse metas y luchar por lograrlas,
debemos recordar siempre que nuestra mente es pequeña, una mera partícula,
comparada con la inmensidad del universo que nos rodea.
Cuando calculamos y deducimos cómo ocurrirá el final, cuando decidimos con nuestra lógica, con nuestra mente limitada, cómo se desarrollará la situación, debemos tomar en cuenta una cosa: no tenemos ni la más mínima idea. El momento en el que comenzamos a pensar y decir cuán inteligentes somos es el momento en el que nos metemos en problemas.
Comparados con la Luz, somos como una vela en el sol. Recordar
esto nos permite estar abiertos a más de las infinitas posibilidades disponibles.
Karen Berg
_______________
Este mundo aún puede sorprendernos en miles de maneras, nunca hay que subestimarlo, ni cuando las cosas están "bien", ni cuando pensamos que no están al nivel que las quisiéramos, el resultado puede ser verdaderamente impensado por nuestra humanidad...y el giro sucede siempre antes de Maljut, durante el proceso...si en el proceso puedes hacer restricción, la posibilidad de que se revele luz o que se haga corto circuito es la que está en juego, así que aquí si aplica el famoso dicho "Esto no se acaba...hasta que se acaba".
Hay algo que noto que nos espanta considerablemente a las personas: los finales. Puede ser que incluso una situación esté siendo molesta o angustiosa, y sin embargo, algo de nosotros puede estar espeluznado internamente por lo nuevo, porque va a venir a continuación. Toleramos muy bajito la incertidumbre, y sin embargo es en ese momento en que la moneda está en el aire, que inyectar conciencia a la situación puede volver el escenario más nefasto en un súbito giro del destino para nuestro bien, claro que nuestra mente juega en contra...o a favor.
He observado que ninguna situación que atravesamos tiene categoría definitiva hasta que nosotros la nombramos.
Esta semana estamos recorriendo la porción de Toldot en la que sabemos que Rivka (Rebeca) está embarazada y siente algo dual en su vientre. Un sabio le explica que es que se trata de dos bebés, uno que es totalmente negativo y uno que es totalmente positivo, estos gemelos son los famosos Jacob y Esau.
Escuchar esto tranquiliza a Rebeca que temía por su hijo porque cuando pasaba por un lugar santo ella sentía su movimiento, pero cuando pasaba por un lugar negativo sentía también patadas...al saber que eran dos le alegra, el positivo, por obvias razones, y el negativo, porque si ya lo era, eventualmente sus posibilidades serían de volverse también positivo, por decisión propia.
Por supuesto estos gemelos nos representan en naturaleza, ambos contamos con ambas potencialidades, pero está en nuestra decisión como manifestaremos.
Recuerda esto, quizás te ayude como me ha ayudado muchas veces a mi: es verdad que en la semilla están los componentes de todo, la intención que ponemos, pero es durante el proceso que los humanos tenemos también la capacidad de hacer que un milagro se geste. Una vez en Maljut como se manifestó es ya un hecho, pero en el camino de los Mundos del Pensamientos y las Emociones...todavía podemos abordar "lo desconocido" y llegar a una Manifestación positiva. :-)
Pero necesita humildad y consciencia.
A trabajar Comunidad
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario