Viernes, 6 de diciembre de 2013
Algunas veces tienes que olvidar cómo te sientes
y recordar qué te mereces.
Sé lo suficientemente fuerte para dejar ir lo que ya no te funciona y lo suficientemente paciente para esperar a lo que sí te funcionará.
Sé lo suficientemente fuerte para dejar ir lo que ya no te funciona y lo suficientemente paciente para esperar a lo que sí te funcionará.
Yehuda Berg
_________________
Ayer tuve la enorme fortuna de compartir la cena con tres queridas amigas del Centro de Kabbalah con las cuales conversé desde cosas de nuestros estudios, como de las vidas de cada una, sus risas y sus retos.
Una de las cosas en las que más coincidimos es que al empezar a estudiar Kabbalah una de las "capas" que más se ve retada de inmediato, y en el transcurso, es esta gran capacidad de sentirnos víctimas que en realidad son nuestro gran enemigo.
Cualquier postura en las que el exterior nos domina y nosotros no tenemos control sobre de él es gran obstáculo para nuestra consciencia que debemos sobrepasar...y decirlo es sencillo, pero hacerlo es un esfuerzo mucho mayor de lo que nos imaginamos...
En la porción de esta semana, vemos a Yehuda realmente abrumado con este enfrentamiento con este hombre poderoso que parece no tener piedad contra de ellos sino por el contrario, parece especialmente enconado...
Yehuda tiene que pasar por un intenso proceso de corrección, de hecho le cuenta toda su historia, la de su hermano, su padre etc. a este hombre que les estaba poniendo en tantas tribulaciones. Por supuesto parece raro un hombre hecho y derecho contando sus penurias pasadas para explicar su problema de hoy, sin embargo todo este proceso hace que Yehuda llegue al punto culminante de la historia que es cuando toma responsabilidad de que en otro momento de su vida no había estado listo para afrontar el reto...
Eso conversabamos ayer, a veces no estamos listos para el reto y es bueno poder verlo en retrospectiva y saimilamos la vida en el nivel que podamos en ese momento, pero eso no quiere decir que nos debemos quedar ahí por siempre, sólo quiere decir que si la caja en la que estamos ya nos queda chica, pues hay que salir de ella, quizás las circunstancias se han modificado, no se parte ya de cero, pero tampoco está uno con el marcador en blanco, ya vas con más rayas en el pelaje tu también, debieras poder estar ya en un punto en donde ya sepas...que del suelo no se pasa....jajajaj
Quizás cerré con una broma, pero la verdad es que saber que cada acción tiene una consecuencia, buena o no tan buena, saber que te metes en berenjenales, y que a fin de cuentas puedes llegar a salir, ver que en un momento era un monolito infranqueable frente a nosotros ahora es meramente un montoncito de piedras que puedes rodear o saltar...
No es posca cosa pero lo que no se mueve se estanca...asegurate eso si de no atorarte...si necesitas pide ayuda a alguien en quien de verdad confíes, haz recapitulación de lo que ya has pasado antes, pero no te aferres a nada.
La solución puede estar como le pasó a Yehuda, a un segundo de derramarse en bendiciones para ti si tomsa la actitud correcta.
Shabbat Shalom al verse las primeras tres estrellas en el firmamento.
Prana Raquel Pascual
Imagen http://500px.com/photo/12980677