Hay mucho más que tan solo lo visible, cualquiera que estudie Kabbalah debe estar cierto de ello. Quien no tenga nociones de ese mundo más allá de los físico aún no está en consciencia de que se encuentra inmerso en un mundo espiritual, que tiene una pequeña porción material.
Este porción. Mishpatim, tiene esta característica que demanda esta comprensión profunda de que este mundo en el que estamos es mucho más que tan solo una lectura literal de lo que percibimos con nuestros cinco sentidos, muy valiosos pero limitados.
Mishpatim es para fines lineales y superficiales, una lectura de ordenanzas en el mundo tangible, pero en realidad tiene en realidad dimensiones profundas y no evidentes que hay que aprender a recibir.
Nos explica el Rav Berg:
El capítulo de Mishpatim (con todos sus segmentos tan difíciles de entender sobre los esclavos y los bovinos) se piensa que está relacionado con la esclavitud. Sin embargo, en realidad trata sobre la reencarnación. Trata sobre moverse de una vida a la siguiente con todo el equipaje que acumulamos de cada vida, y sobre lo que debemos hacer para liberarnos de ese equipaje. [...] Muchos de nosotros hemos atravesado cientos de vidas, pero si no podemos conectar con al menos una vida anterior, o entenderla, estaremos encarcelados para siempre en el plan de juego del Satán, sin esperanzas de salir de este. Una vez que podamos identificarnos con una vida o vidas previas, todas nuestras idiosincrasias en esta vida empezarán a tener sentido, y entonces podremos escoger entre aferrarnos a ellas o soltarlas."
Mishpatim habla de esclavos, y dado que en aquella época era practica permitida, parece que está hablando de un manual de aplicación de esta horrenda práctica, sin embargo, en realidad está hablando de la esclavitud de la consciencia.
Esta semana hemos estado hablando mucho acerca de "la vasija".
La explicación de Mishpatim a través de la Kabbalah lo expresa de la siguiente manera:
Esclavas hembras: A diferencia de la energía masculina de canalizar la luz, la energía femenina es recibir. Esclava hembra es un código para el estado mental que bloquea nuestra recepción de luz. Una vasija pequeña está satisfecha y no desea nada más. Sin embargo nuestro deseo de más Luz nos permite recibir más del Creador. Para esto necesitamos una Vasija Grande. Si no deseamos crecer, entonces somos esclavos de la autocomplacencia. Debemos querer siempre más de la vida, pero también debemos asegurarnos de que nuestra Vasija es suficientemente grande y fuerte para recibir más."
La lectura de Mishpatim, ayuda a eliminar las limitaciones de nuestros deseos para poder expandir nuestra vasija y recibir la Luz Infinita.
La reencarnación es un concepto que nos demanda mucha más vasija que tan solo la comprensión lineal de una vida única y limitada.
Shabbat Shalom
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Imagen Meta AI