La Parashá Pinjás (Números 25:10–30:1) narra cómo Pinjás detiene una plaga entre los hijos de Israel tras ejecutar un acto de celo y justicia al castigar una transgresión pública grave. En recompensa, Di.os le otorga un “pacto de paz” y el sacerdocio eterno para sus descendientes...todo lo contrario a lo que parecía que podía pasar con el acto que conllevó detener dicho caos.
Hoy me parece interesante revisar la gematría del nombre Pinjás, ya que en Kabbalah sabemos que la expresión numérica de las letras, coincide con atributos que se manifiestan en la realidad material (de ahí la importancia del nombre de cada persona, animal, hierba etc.)
El nombre Pinjás en hebreo (פינחס) tiene un papel muy significativo.
פ (Pé) - 80
י (Yud) - 10
נ (Nun) - 50
ח (Jet)
ס (Samej)
Al sumar estos valores:
80+10+50+8+60=20880+10+50+8+60=208
El número 208 es exactamente el mismo que el de Itzjak (Isaac, יצחק)
Esto sugiere, que Pinjás encarna la
energía de Isaac, asociada a la disciplina y la estructuración del
juicio, pero en su forma elevada y corregida.
Este episodio conecta con la gematría de Pinjás de la
siguiente manera:
- La
energía de auto-control, sacrificio y canalización del rigor (relacionada
con Isaac/Itzjak) es lo que permite a Pinjás restaurar el equilibrio y la
paz. Así, su acción no es solo un acto de justicia, sino una corrección
espiritual profunda y transformadora.
- La gematría de 208 también se asocia
a conceptos como el equilibrio entre juicio (guevurá) y misericordia
(jesed), algo central en la acción de Pinjás, quien integra el celo
extremo pero con el objetivo de traer paz y continuidad para el pueblo.
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